Este consumo oculto puede afectar tu factura de luz, superando incluso el gasto energético de un refrigerador moderno eficiente.
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En muchos hogares, cuando cae la noche, apagamos luces, televisores y otros dispositivos con la esperanza de reducir el consumo de energía. Sin embargo, hay un aparato que sigue "activo" incluso cuando tú ya estás durmiendo. Y sí, podría estar aumentando tu recibo de luz sin que lo sepas.
Se trata del decodificador de TV por cable o satélite, ese pequeño equipo que nos permite disfrutar de nuestros canales favoritos... pero que también podría estar dándote un gasto sorpresa.
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Lo que muchos no saben es que el botón de “apagado” en el control remoto solo lo pone en “modo reposo” o “stand-by”. Y aunque parezca inactivo, sigue ejecutando funciones como:
Según la empresa energética Refsa (Argentina), un decodificador puede consumir entre 12 y 35 vatios en modo de espera, lo que se traduce en más de 250 kWh al año, ¡como si dejaras encendida una bombilla de 40 W más de seis horas al día!
Mucho más de lo que imaginas. De hecho, un decodificador puede llegar a consumir más energía al año que un refrigerador moderno eficiente, según la organización Natural Resources Defense Council (NRDC).
Y si sumamos otros dispositivos conectados como televisores, barras de sonido y grabadoras, el consumo silencioso puede representar hasta el 30 % del total de electricidad del sistema de entretenimiento del hogar.
Aquí te compartimos algunos consejos clave para reducir este consumo oculto sin renunciar a tus programas favoritos:
Desconecta el decodificador durante la noche, ya sea manualmente o usando una regleta con interruptor.
Activa el modo ahorro de energía, si tu dispositivo lo permite.
Consulta con tu proveedor si hay versiones más eficientes o con certificación de bajo consumo.
Cambia pequeños hábitos, como evitar dejar el equipo en stand-by todo el día.
Pequeñas acciones generan grandes resultados. Aunque el decodificador es un aliado en el entretenimiento, también puede ser un enemigo silencioso del ahorro energético. ¡Tú decides cómo usarlo con inteligencia!