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10 Nov 2024 | 15:53 h

Sujeto entra a monasterio, grita 'soy Jesucristo', mata a un fraile y deja heridos a otros tres

El asesino escapo hacia el bosque, en la zona de Gilet, Valencia, en España.

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    Entra a un monasterio, grita “soy Jesucristo” y mata a un fraile y deja heridos a otros tres

    Un ataque violento estremeció al monasterio del Santo Espíritu del Monte en Gilet, Valencia, cuando un hombre irrumpió gritando "¡Soy Jesucristo!" y agredió brutalmente a varios frailes, dejando a uno fallecido y tres más heridos. Tras el ataque, el agresor escapó hacia el bosque cercano.

    ¿Qué ocurrió?

    Según fuentes del Arzobispado de Valencia, la víctima mortal es un fraile de 76 años, quien sufrió un traumatismo craneoencefálico. Pese a los esfuerzos del Centro de Información y Coordinación de Urgencias, el religioso falleció en una clínica a la que fue trasladado de urgencia. Otros tres miembros de la congregación, de 57, 66 y 95 años, resultaron con contusiones y traumatismos, aunque sus vidas no corren peligro.

    El ataque fue perpetrado en la madrugada, cuando el agresor, de entre 30 y 40 años y robusto, irrumpió en los dormitorios del monasterio armado con palos y una botella, golpeando a los religiosos mientras gritaba amenazas de muerte. "Soy Jesucristo y voy a matar a los frailes", repetía el atacante, según relató uno de los frailes que sufrió heridas leves y describió al agresor como “un enajenado”.

    La violenta irrupción tomó por sorpresa a la pequeña comunidad de siete frailes que habitan el monasterio. Uno de los sobrevivientes narró que escuchó gritos provenientes de la planta superior y acudió a ver qué sucedía, pensando que otro monje había caído. "No han faltado personas que han venido a apoyarnos", expresó otro fraile que, consternado, confesó desconocer cómo el agresor logró ingresar a las instalaciones del monasterio.

    Las autoridades han desplegado un operativo de búsqueda en la zona boscosa aledaña al monasterio, donde se presume que el atacante aún podría estar oculto. Mientras tanto, la comunidad religiosa y vecinos de Gilet están conmocionados por el violento episodio en este santuario que, hasta ahora, era símbolo de paz y espiritualidad.