El cáncer se ha convertido en la principal causa de muerte en España, superando a las enfermedades cardiovasculares. La comunidad científica investiga la relación entre este aumento y el uso de sartenes antiadherentes.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn los últimos años, el cáncer se ha convertido en la principal causa de muerte en países como España, superando a las enfermedades cardiovasculares. Ante este preocupante panorama, los científicos no dejan de investigar los factores que podrían incrementar el riesgo de desarrollar esta enfermedad, y muchas veces, lo que se encuentra en nuestra propia cocina está en el centro de atención. Uno de los utensilios más utilizados, las ollas y sartenes antiadherentes, ha sido objeto de debate y preocupación en la comunidad científica. A continuación, te explicamos por qué.
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Las ollas y sartenes antiadherentes se han vuelto un elemento indispensable en la mayoría de las cocinas modernas debido a su facilidad de uso. Están recubiertas con un material químico conocido como politetrafluoretileno (PTFE), popularmente conocido como teflón. Este recubrimiento permite que los alimentos no se peguen a la superficie, lo que facilita la cocción y limpieza de los utensilios.
Sin embargo, el uso de teflón y otros productos similares ha levantado preocupaciones debido a su pertenencia al grupo de compuestos químicos llamados perfluoroalquilos o polifluoroalquilos (PFAS), los cuales están presentes en la sangre de la mayoría de las personas en todo el mundo.
Diversos estudios han analizado la posible relación entre la exposición a los PFAS y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Según algunos investigadores, las personas que viven cerca de plantas químicas o trabajan en lugares donde se manipulan estos compuestos han mostrado mayores tasas de cáncer. Esta conexión ha generado alarma y llevó a investigaciones más profundas en universidades de renombre, como Harvard.
El Instituto de Salud Pública de Harvard ha realizado investigaciones que sugieren una posible relación entre la exposición a altos niveles de PFAS y ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de riñón y testículos. Sin embargo, es importante destacar que estos estudios no son concluyentes, y no todas las investigaciones han encontrado la misma relación entre el uso de utensilios antiadherentes y el cáncer.
Uno de los puntos clave que señalan los científicos es que, en su estado sólido, el teflón no resulta especialmente reactivo ni dañino para el ADN, lo cual es crucial para que se produzca una mutación que desencadene cáncer. Es decir, mientras las sartenes no se sobrecalienten o se dañen, no liberan cantidades significativas de PFAS.
El peligro potencial radica en el deterioro del revestimiento. Cuando se rayan o se calientan a temperaturas muy elevadas (por encima de 260°C), el teflón puede liberar gases tóxicos y partículas que podrían ser inhaladas. En esas condiciones, los PFAS liberados sí pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo.
Si bien los estudios aún no son concluyentes y se necesitan más investigaciones para comprender mejor los riesgos, es recomendable tomar ciertas precauciones para minimizar cualquier posible exposición a los PFAS: