Keiko Fujimori, su hija, confirmó su muerte tras una larga batalla contra un cáncer de lengua que se extendió al pulmón, afectando significativamente su salud en los últimos días.
Únete al canal de Whatsapp de WapaAlberto Fujimori, expresidente de la República del Perú, falleció el 11 de septiembre de 2024, a los 86 años. Su deceso ha causado conmoción en el país, generando múltiples reacciones tanto a nivel político como social. Fujimori dejó una huella imborrable en la historia de Perú, tanto por sus políticas como por los escándalos que marcaron su presidencia.
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Desde las primeras horas del miércoles 11, las redes sociales estallaron con rumores sobre la muerte de Fujimori. Sin embargo, fue su hija, Keiko Fujimori, quien finalmente confirmó la noticia a través de sus redes. En su mensaje, la lideresa de Fuerza Popular reveló detalles sobre la enfermedad que aquejaba a su padre: un cáncer de lengua que se había extendido hacia el pulmón, complicando gravemente su estado de salud.
El oncólogo Carlos Gutiérrez también brindó detalles, explicando que el cáncer había afectado el sistema respiratorio de Fujimori y que sus últimos días fueron de gran malestar, con hinchazón general y dificultades para respirar. Alberto Fujimori falleció mientras se encontraba inconsciente, rodeado de su familia.
Uno de los aspectos que ha generado interés tras la muerte del exmandatario es quién será el beneficiario de su pensión vitalicia. En julio de 2024, el Congreso de la República aprobó otorgarle una pensión de 15.600 soles mensuales, como corresponde a los expresidentes constitucionales del Perú.
De acuerdo con la Ley 26519, los expresidentes constitucionales tienen derecho a una pensión equivalente al sueldo de un congresista en actividad. En caso de fallecimiento, esta pensión es transferida al cónyuge o a los hijos menores de edad. No obstante, Fujimori no tiene hijos menores y se divorció de Susana Higuchi en 1994. Ante esta situación, surge una interrogante: ¿quién podría ser el beneficiario de la pensión?
Aquí es donde entra en juego un nombre poco conocido para muchos peruanos: Satomi Kataoka. Esta empresaria hotelera japonesa contrajo matrimonio con Fujimori en 2006, según documentos presentados en Tokio, mientras él se encontraba en su exilio en Japón. Aunque el matrimonio fue algo inusual, ya que se realizó en ausencia de ambos, Kataoka y Fujimori formalizaron su unión con la intención de proteger al expresidente de la extradición.
Si este vínculo matrimonial es reconocido oficialmente, Satomi Kataoka podría tener derecho a la pensión vitalicia de Fujimori. Para ello, tendría que presentar la documentación que acredite su matrimonio y demostrar que tiene derecho legal a recibir estos fondos.
Según la Ley 26519, los expresidentes que hayan sido acusados constitucionalmente por el Congreso no pueden recibir pensión vitalicia, a menos que una sentencia judicial los declare inocentes. En el caso de Fujimori, fue condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción, pero tras su fallecimiento, los procesos penales en su contra quedan sin efecto. Esto podría abrir la puerta para que su viuda, si logra acreditar su estatus, reclame la pensión.