El 11 de septiembre de 2024, Keiko Fujimori confirmó la muerte del exdictador Alberto Fujimori a los 86 años, tras años de complicaciones por cáncer.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl 11 de septiembre de 2024, Perú se despertó con la noticia del fallecimiento del expresidente Alberto Fujimori a los 86 años. El exmandatario, quien gobernó el país entre 1990 y 2000, murió en la casa de su hija Keiko Fujimori, luego de varios meses de complicaciones de salud debido a un cáncer avanzado. Su deceso, curiosamente, coincide con el aniversario de la muerte del excabecilla terrorista Abimael Guzmán, quien falleció en 2021.
La salud de Alberto Fujimori se había deteriorado progresivamente en los últimos años, sufriendo varios problemas médicos, como la fractura de cadera que sufrió en junio de 2024. Esta lesión agravó su ya delicado estado de salud, y finalmente, el exmandatario no pudo resistir las complicaciones de un cáncer avanzado. Fujimori había sido indultado en 2017 debido a sus problemas médicos, pero reincarcelado poco después, hasta ser liberado nuevamente en 2023 por motivos de salud.
Su muerte deja un legado marcado por controversias políticas y humanitarias, así como una deuda de reparación civil de 57 millones de soles, que aún estaba pendiente.
Fujimori gobernó el Perú durante una década llena de cambios drásticos. Entre sus logros, se recuerda la captura del líder terrorista Abimael Guzmán y la estabilización económica del país. Sin embargo, su mandato está profundamente empañado por actos autoritarios, como el autogolpe de 1992, cuando cerró el Congreso y asumió poderes plenos.
Durante su gobierno, se perpetraron graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, por las cuales fue condenado en 2009 a 25 años de prisión. A lo largo de su vida, Fujimori fue una figura polarizadora, idolatrado por algunos y rechazado por otros, principalmente por su responsabilidad en la corrupción y los abusos cometidos bajo su régimen.
Tras la muerte de Fujimori, personalidades del ámbito artístico y mediático en Perú expresaron sus opiniones a través de las redes sociales, generando un intenso debate sobre su legado.
La actriz Tatiana Astengo no tardó en pronunciarse. A través de su cuenta en X (antes Twitter), calificó al exmandatario como "dictador y genocida". Astengo, una crítica frecuente de la familia Fujimori, resaltó que la muerte de Alberto Fujimori se produjo en la misma fecha que la de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, fallecido también el 11 de septiembre, pero de 2021. En su mensaje, la actriz cuestionó que Fujimori muriera sin enfrentar todas las consecuencias de sus actos y sin haber ofrecido disculpas públicas por los crímenes de su gobierno.
Otra reconocida figura en expresar su opinión fue Mónica Sánchez, famosa por su papel en la serie "Al fondo hay sitio". Sánchez señaló la coincidencia en las muertes de Fujimori y Guzmán, quienes fallecieron el mismo día y a la misma edad de 86 años. En su publicación, Sánchez describió este hecho como un "karma", sugiriendo que la historia actúa de manera justa.
Estas reacciones muestran cómo el legado de Fujimori sigue dividiendo a la sociedad peruana, con opiniones que van desde el desprecio hasta la gratitud por lo que algunos consideran sus logros.
La muerte de Alberto Fujimori marca el final de una etapa importante en la historia política de Perú, pero su legado sigue siendo motivo de intenso debate. Mientras algunos sectores lo recuerdan como un líder fuerte que estabilizó al país en momentos de crisis, otros lo ven como un autoritario que gobernó a través del miedo y la represión. Su partida deja muchas preguntas abiertas sobre el futuro político del Fujimorismo, especialmente con Keiko Fujimori aún activa en la vida política del país.
Fujimori dejó un Perú transformado, para bien y para mal, y su impacto perdurará en las generaciones futuras. Lo que está claro es que su figura seguirá siendo objeto de discusión, tanto en la política como en la sociedad peruana.