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11 Jul 2021 | 13:01 h

"Mira, mamá, tiene mucha hambre": niño compra comida a un adulto mayor y rompe en llanto

Aladid, un niño de Uruapan, Michoacán, le compró unos tacos a un viejito y le regaló 70 pesos para apoyarlo y cuando vio que estaba comiendo, el pequeño empezó a llorar.

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    Niño compra comida a un adulto mayor y rompe en llanto | Captura

    La fotografía de un niño se volvió viral al recordar su gran muestra de amor al prójimo. En 2019, un menor de edad, que en ese entonces tenía ocho años, originario de Uruapan, Michoacán, México, enterneció las redes sociales con una noble acción: le compró tacos a un adulto mayor hambriento que vendía golosinas.

    Al verlo comer al posiblemente abuelo, el párvulo rompió en llanto. Eso no fue lo único que el niño hizo por el adulto mayor.

    Su corazón es más grande que su estatura. El pequeño ciudadano, minutos antes de darle de comer, sacó cuarenta pesos, que había ganado jugando lotería mexicana con su familia, y le dio al señor, quien creyó que le estaba comprando las paletas que vendía; sin embargo, la respuesta del pequeño lo sorprendió mucho más: "Quédeselas y véndalas".

    Adalid retornó a su lugar junto a su madre, pero su voluntad aún no había llegado a su fin. Según cuenta la mamá, el niño estaba inquieto y no paraba de ver al señor. Se volvió a levantar y le ofreció otros 29 pesos más.

    Como si fuera poco, el niño regresó a su lugar y con lágrimas en los ojos le pidió a su progenitora que le comprara unos tacos.

    "De nuevo se para y me dice que le va a dar otros 29 pesos que traía y en eso regresa con lágrimas en los ojos y me dice: 'mamá, podemos comprarle unos tacos y un refresco porque tiene mucha hambre'", contó la mamá.

    La madre del bondadoso niño sin dudar le dijo que sí le compraría los tacos al adulto mayor. Aladid se dirige a él y le pregunta de qué los quiere. Segundos después, le pide al mesero y se pone muy inquieto a la espera de que la comida llegue a su invitado.

    El niño emocionó a más de uno al derramar varias lágrimas delante su progenitora, quien le preguntó por qué lo hacía. La respuesta del hermoso ser humano fue la siguiente: "Mira, mamá, está cenando tan a gusto".

    "De verdad que yo no sé quien le dio la vida a quien. A veces como mamá me pregunto si estoy haciendo bien mi trabajo como tal y dudo día a día si lo hago bien, pero acciones como estas me dan respuestas a todas mis dudas", finalizó la emocionada madre.