El alcalde de la ciudad de Córdoba (Argentina), Marcos Ferrer, decidió que “quienes participen en fiestas clandestinas deberán pagar altas multas o realizar tareas comunitarias”, esto como una medida disuasiva y a fin de crear conciencia para frenar los contagios de COVID-19 en Río Tercero.
La normativa que data de 2007 se encuentra en el Código de Faltas Municipal, pero se llevará a cabo este año para que los 60.000 habitantes del municipio respeten las medidas contra el coronavirus. La ciudad tiene casi un 80% de camas UCI ocupadas y un promedio de 50 contagios diarios.
“Es el momento de crear conciencia en los que no respetan las reglas y visibilizar una sanción para los que lo miran desde afuera. Buscamos generar un golpe de efecto”, sostuvo a Clarín el intendente Ferrer, quien se muestra preocupado por las numerosas fiestas clandestinas en Río Tercero.
“Somos hijos del rigor los argentinos. Como advertimos que faltan o fallan los organizamos de control, transgredimos las reglas porque sabemos que no habrá ninguna sanción. Bueno, eso acá no lo queremos más. Pretendemos que sea una medida ejemplificadora y que haya una diferencia entre los que acatan las medidas y los infractores”, añadió.
La acción se implementó luego de intervenir una fiesta COVID-19 con 50 personas a principios de mayo. “El anuncio se hizo hace un mes y las sanciones empezaron a realizarse los primeros días de junio con la presencia de dos jóvenes en un vacunatorio, que colaboraron para ordenar filas, chequear turnos y datos”, sostuvo Damián Monti, director de la oficina de Recursos Humanos del Municipio.
“Siguió esta semana con otras chicas a las que se les asignó pintar cordones y cunetas de la vía pública. Seguirá con otra tanda la semana que viene en una plaza, donde hay mucho para hacer”, agregó.
La normativa que data de 2007 se encuentra en el Código de Faltas Municipal, pero se llevará a cabo este año para que los 60.000 habitantes del municipio respeten las medidas contra el coronavirus. La ciudad tiene casi un 80% de camas UCI ocupadas y un promedio de 50 contagios diarios.
“Es el momento de crear conciencia en los que no respetan las reglas y visibilizar una sanción para los que lo miran desde afuera. Buscamos generar un golpe de efecto”, sostuvo a Clarín el intendente Ferrer, quien se muestra preocupado por las numerosas fiestas clandestinas en Río Tercero.
“Somos hijos del rigor los argentinos. Como advertimos que faltan o fallan los organizamos de control, transgredimos las reglas porque sabemos que no habrá ninguna sanción. Bueno, eso acá no lo queremos más. Pretendemos que sea una medida ejemplificadora y que haya una diferencia entre los que acatan las medidas y los infractores”, añadió.
La acción se implementó luego de intervenir una fiesta COVID-19 con 50 personas a principios de mayo. “El anuncio se hizo hace un mes y las sanciones empezaron a realizarse los primeros días de junio con la presencia de dos jóvenes en un vacunatorio, que colaboraron para ordenar filas, chequear turnos y datos”, sostuvo Damián Monti, director de la oficina de Recursos Humanos del Municipio.
“Siguió esta semana con otras chicas a las que se les asignó pintar cordones y cunetas de la vía pública. Seguirá con otra tanda la semana que viene en una plaza, donde hay mucho para hacer”, agregó.
Con información de: La República.