Gran incertidumbre vive la familia de Rosario Rafael Oropeza, quien ingresó al hospital Almenara para ser tratada del cáncer que padecía, pero murió de COVID-19. Sin embargo, tras ser enterrada, su hija denuncia que el nosocomio le comunicó que les habían entregado un cuerpo equivocado.
La mujer de 52 años falleció el último miércoles, pero una llamada hecha por el personal del hospital este fin de semana ha provocado que cuestionen sobre a quién velaron en realidad.
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“Hice todos los trámites y me dijeron que no podían mostrarme a mi familiar porque supuestamente murió por COVID, de lo cual ella no estaba enferma, pero se llegó a contagiar aquí”, dijo a América TV, la hija de la fallecida.
Tras enterrarla, su hija explicó que desde el centro de salud la llamaron para indicarle que el cadáver de su progenitora seguía en la morgue y que debía ir a recogerlo.
“Me dijeron que por qué no hemos recogido el cuerpo, que hace tres días ha fallecido, que está en la morgue. Yo le dije que ya había enterrado el cuerpo de mi madre, y me dice que ‘cómo va a enterar a su familiar, si yo tengo todos los documentos’”, dijo desesperada.
Ante la confusión, el vocero de Hospital Almenara, Danfer Huapaya, salió a aclarar el asunto. Comentó que desconocen por qué la familia recibió una segunda llamada.
“Solamente la familia recibe una llamada cuando su paciente fallece. El cadáver que se entregó es el correcto”, señaló.
Por su parte, la familia, aún intranquila, pide exhumar el cuerpo para verificar la identidad y esclarecer a quien enterraron.