Por primera vez en la historia, la nación sudamericana lanzó un bono económico por más de 100 años y uno de los, pocos, países que adquirió esta deuda fue el Perú.
A través de un Decreto Supremo publicado el domingo 22 de noviembre, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) indicó que los fondos se destinarán a contener la COVID-19 y financiar parte del gasto público.
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"En este caso, de lo que se trata es de obtener financiamiento para el presupuesto público que a raíz de la pandemia se ha incrementado, dado que han aumentado las necesidades, pero han disminuido los ingresos", declaró el doctor Pedro Grado Smith, profesor de Economía de la Universidad de Lima, a BBC Mundo.
Según detalla el doctor, que el Perú hay accedido a estos fondos pese a los torbellinos políticos que han sucedido es la prueba de la consolidación que ha vivido la economía de nuestro país en las últimas décadas.
"Perú ha podido acceder a estos plazos porque su macroeconomía todavía presenta elementos muy positivos (…) Hasta el año pasado estábamos entre los 32 países con mejor macroeconomía del mundo, según el World Economic Forum. La inflación peruana fue más baja que la de EE.UU. el año pasado, tenemos una notable cantidad de reservas, la tasa de inflación es baja (…) eso genera confianza en los inversores porque, al ser una economía estable, puede obtener ese financiamiento", indicó.
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Grado Smith reveló que "la deuda en sí misma no es ni mala", pero las consecuencias de estos bonos para los peruanos van a depender del manejo que se haga del endeudamiento en los próximos años.
El profesor de Economía le explicó al medio londinense que este “bono es un mecanismo de endeudamiento que da fondos a los estados o empresas para realizar determinados emprendimientos”.
"Las personas cuando quieren obtener un crédito, van al banco y lo piden. Las empresas y los países también pueden pedir un crédito al banco o, en cambio, pueden también emitir un bono (…) La diferencia entre un bono y una deuda es que esta última la da directamente el banco y en el caso del bono, son el público en general y, sobre todo lo que llaman inversionistas institucionales, como compañías de seguro, quienes los compran", agregó.
Además, añadió que estas acciones reafirman la confianza de los inversores en el país, también puede traer beneficios a corto y mediano plazo.
"Es bueno que un país se pueda endeudar, por ejemplo, para comprar más vacunas, o puedes endeudarte para una inversión de infraestructura", mencionó.
Pedro Grado mencionó que la jugada económica puede traer graves consecuencias, una de ella es el sobreendeudamiento.
"Lo que habían calculado inicialmente los expertos y analistas era que nuestra deuda no debería ser más de 30% del PIB. Hoy día esa deuda ha superado el 30% de ese PIB, por lo que habrá que ser muy cuidadoso en las siguientes emisiones", opinó.
Cabe resaltar que, el ministro de Economía y Finanzas Waldo Mendoza estimó que su cartera prevé que el nivel de la deuda aumentará en grandes proporciones, debido al estímulo económico que se propuso para reactivar la producción y frenar la pandemia, que suma hasta un 20% del PBI.
"Dicho de otra manera. Al habernos endeudado, todavía tenemos espacios, pero el camino hacia delante debe ser más austero, porque tenemos el riesgo a la puerta", comentó el académico.
También señaló que otro factor por el que ser debe tener en cuenta es la sombra de la corrupción, la cual puede afectar el uso de los fondos. "La corrupción es como un cáncer y si no se le combate, podría inundar el Banco Central y destruir la estabilidad macroeconómica que se ha tardado en construir 30 años".
Por ello, él cree que el Perú cuenta con lo necesario para un mejor desarrollo económico, pero los resultados de esto dependerán en gran parte de la clase gobernante.
"A pesar de todas las crisis políticas, en los últimos 30 años Perú logró cierta macroestabilidad económica que ahora es importante mantener. Si en paralelo a esa macroestabilidad económica tuviéramos una estabilidad política, estaríamos camino al desarrollo", consideró.