Las protestas a lo largo del país tras el golpe de Estado a Martín Vizcarra y la juramentación de Manuel Merino como presidente de la República han provocado opiniones de todo tipo y calibre en busca de reprimirlas.
Una de ellas se dio durante la sesión de la Comisión de Justicia del Congreso, cuando la parlamentaria fujimorista Martha Chávez pidió “mano dura” y que las Fuerzas Armadas junto con la Policía repriman las movilizaciones que se cumplen en Lima y distintas regiones del Perú.
Esto lo dijo luego que el legislador Alberto de Belaúnde (Partido Morado) pidió una sesión extraordinaria para citar al director de la Policía Nacional del Perú, a fin de que responda por las arbitrariedades denunciadas durante las movilizaciones.
Fue entonces que Chávez se opuso al y planteó mejor que las Fuerzas Armadas salgan a garantizar el orden público. “Si hay algo que hacer es pedirle a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas que cumplan con su obligación de garantizar el orden público”, expresó.
Martha Chávez también llamó “pequeñitas manifestaciones” a las marchas registradas ayer e insistió en su propuesta de represión. “Aquí hay que pedir mano dura, estamos en estado de emergencia, están prohibidas las manifestaciones”, expresó.
Otra de las opiniones que enardecieron las redes sociales vino de la misma sesión, pero fue dicha por la tercera vicepresidenta del Congreso, María Cabrera, del partido Podemos Perú. Ella sugirió que los jóvenes que ayer se movilización lo hicieron porque “quieren seguir viviendo en (sic) una mamadera”.