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06 Jul 2020 | 14:02 h

¿Cuál es la voz de los maestros en su día?

“Los profesores estamos afrontando la educación de nuestros alumnosy no el Estado”, nos cuenta un maestro de San Juan de Lurigancho, uno de los distritos más golpeados por la pandemia del coronavirus.

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    En el estado de emergencia en que nos encontramos, los maestros del Perú son una de las principales fuerzas de acción para sacar adelante al país. Los profesores han tenido que adaptarse a las circunstancias para calar en cada uno de sus alumnos de manera remota.

    Aunque no lo expresen, ellos han asumido la educación de cada uno de sus estudiantes, ya que de sus bolsillos salen la luz, internet y los materiales para comunicarse con todos los jóvenes a su cargo, sin importar la hora que sea.

    “Este año, los profesores estamos afrontando la educación de nuestros alumnos y no el Estado. Estamos constantemente a su disposición, a través de donde ellos puedan, ya sea WhatsApp, Messenger, Facebook o donde sea”, cuenta el profesor Oscar Salas a Wapa.pe.

    “Pero siempre ha sido así. En los años anteriores también hemos ayudado a muchos alumnos que tienen carencias y no tienen para comprar el material educativo. Nosotros lo hemos cubierto y jamás nos hemos quejado de eso. Nuestra función no es solo educar, sino también formar y proteger a los jóvenes”, agrega Salas.

    Él es docente de la Ugel 05 en San Juan de Lurigancho, uno de los distritos más golpeados por la pandemia del coronavirus y con grandes problemas socioeconómicos. Sin embargo, las circunstancias no amilanan su gran pasión por enseñar.

    “Tengo una alumna que está por Huaraz, y ella no tiene formas de contactarme a través del internet. Aprende por las clases de la radio. Ella todas las semanas camina hasta un pueblito para captar internet, es ahí cuando se comunica conmigo, y yo debo estar a su disposición porque entiendo su situación”.

    El profesor Salas, hoy 06 de julio, tiene sentimientos encontramos, producto de todas las emociones que lo embarga celebrar el “Día del Maestro” dentro de este contexto tan atípico para él y todos sus alumnos.

    “Siento una gran pena, gran tribulación porque no podemos estar en contacto afectivo o emocional con nuestros jóvenes alumnos, ni con nuestra institución, esto genera todo un impacto en nosotros. Pero a la vez es un día que me hace muy feliz”, manifiesta.

    “Ser maestro para mí ha sido una satisfacción absoluta, no tengo ni una decepción de ser profesor. Es más, si volviese a nacer, volvería a ser docente porque me ha ido muy bien los reconocimientos sociales que he tenido. Estoy muy satisfecho”, acota con gran emoción.

    Lamentablemente, la alegría lo abandona cuando se refiere a los reconocimientos del Estado, específicamente del accionar del Ministerio de Educación, que en lugar de apoyarlos, pone más trabas por la falta de comunicación existente.   

    “Esperamos del Estado al menos un reconocimiento social, pero nada. Si nosotros educamos, esperamos que el país sea formal, pero no lo conseguimos. Sentimos que el Estado está muy lejos de nosotros", explica. 

    “Los profesores no estamos satisfechos con el accionar del Ministerio de Educación. Porque de la noche a la mañana sacan normas o directivas que hacen cambiar todo nuestro plan. No coordinan con nosotros y debemos adaptarnos a ellos”, asevera. 

    Para el profesor Oscar Salas, la docencia es más que una profesión, lo suyo es pasión pura por educar. Y así se los trasmite a todos sus colegas en su día. “Estén muy satisfechos de lo que hacen. La mayor satisfacción es cuando vemos a un alumno ya realizado, luego de tener muchas carencias económicas. Los logros de ellos los sentimos como propios”, finalizó.