Una tragedia vive Ever Din Valderrama Miñano, agente de la Policía Nacional, quien luego de contraer el nuevo coronavirus, tuvo que ser internado y ahora, lamentablemente, podría perder la pierna debido a una negligencia médica en el Hospital Augusto B. Leguía en el Rímac.
El técnico PNP de tercera reguardaba las calles de Lima por el Estado de Emergencia, donde contrajo el virus. Ingresó el pasado 17 de mayo al mencionado hospital por los síntomas que tenía. Luego de 12 días, los médicos retiraron el oxígeno para poder darle de alta y respetar la cuarentena en su vivienda junto a sus familiares.
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A pocos días recuperarse totalmente de esta enfermedad, sufrió un calambre en la pierna derecha mientras dormía. Horas después, su médico de cabecera le comunicó que se trataba de un cuadro de trombosis.
Lamentablemente los médicos quisieron ayudar al paciente pero no eran especialistas. Así que ha pedido de la familia lo trasladaron inmediatamente al Hospital de la Policía ubicado en la avenida Brasil.
Familiares quedaron enmudecidos al escuchar a los médicos decir que nadie estaba esperando a Valderrama en el mencionado hospital. Dado que no tuvo la atención requerida y fue tratado como un paciente más de COVID-19, pese a que ya se encontraba sano.
Según declaraciones de la esposa del policía, Valderrama necesitaba de dos a tres inyecciones anti coagulantes al día para poder salvar su pierna, pero solo le medicaban una. Tras ello, el hospital no le brindó el tratamiento debido. Horas después, los médicos le informaron que deberían cortarle la pierna.
Ever Din Valderrama, con un semblante de angustia usó las redes sociales para enviar un desesperado llamado al ministro del Interior, Gastón Rodriguez Limo y al Comandante General de la PNP, Héctor Loayza Arrieta, para que intercedan por él en este caso de negligencia.
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“Soy padre de tres hijos hermosos que me ha dado dios. Yo amo a mi institución. Señor ministro del Interior, Gastón Rodríguez Limo, usted que es una persona honorable y siempre ha sacado cara por la policía, señor comandante general de la PNP, quiero que me apoyen. ¿Cómo es posible que me corten una pierna? Soy un ser humano igual que ustedes, también siento...", se confesó entre lágrimas.