Cuando empezó la pandemia del nuevo coronavirus, más de uno pensó que el mundo no iba a volver a ser el mismo. Se creía que íbamos a superar la cuarentena siendo distintos, más empáticos. Sin embargo, varios hechos apuntan a que estamos igual o peor.
La historiadora y profesora de la Universidad de Lima, Maribel Arrelucea, en conversación con Wapa.pe, explicó que a lo largo del tiempo hay muchísimos ejemplos donde las crisis revelan el lado más oscuro que tenemos como sociedad, y como individuo.
“En Perú tenemos un larguísimo proceso de reivindicaciones y lucha por adquirir derechos fundamentales para erradicar todo tipo de discriminación, ya sea la étnica racial, discriminación contra las mujeres, la violencia de género”, comentó Arrelucea.
“Esperamos que es circunstancias como la que estamos viviendo, tan peligrosas y críticas, sumemos esfuerzos como sociedad. Sin embargo, vemos lo contrario. Así como se ven actos generosos de solidaridad, también afloran estos pensamientos y patrones discriminatorios por completo”, agregó.
La historiadora se refirió a un caso en particular para evidenciar la discriminación que ahora se vive en pleno estado de emergencia. “Ni bien se detectó el primer caso de covid-19 en la comunidad shipibo Cantagallo, ubicada a orillas del río Rímac, los aislaron por completo. Esa no fue la misma actitud con la gente de San Isidro”.
“Los residentes de esta zona, considerados tradicionalmente como blancos, no pasaron por eso. Es más, uno de los primeros casos de coronavirus en Perú estuvo en Miraflores. A ellos solo se les pidió que no salgan, mientras las autoridades desinfectaban esas calles por su salud. En cambio, en Cantagallo hubo otra forma de hacer las cosas, el ejercito se presentó y cerró todo, más que por el virus, por cuestiones de clases ya que los ven como un grupo diferente y aparte”, continuó.
La historiadora considera que en Perú existe un racismo muy fuerte, pero soterrado e hipócrita. Hecho que se refleja en todas nuestras esferas sociales.
“El cómico Jorge Benavides demuestra lo que somos los peruanos. Él publicó en sus redes un mensaje de solidaridad ante hechos de racismo, pero tuvo que borrar su post por las críticas. De qué vale que se indigne con lo que pasa en Estados Unidos, si aquí él ese uno de los que difunde el racismo, el clasismo, el machismo y la transfobia en sus programas cómicos”, indicó.
Los peruanos somos así, comenta la Arreluca. En redes sociales abundan las muestras de solidaridad por la violencia racial que se vive en Estados Unidos, cuando los actos de discriminación en nuestro país son el pan de cada día.
“No vemos la discriminación en casa, solo la de afuera. Si visibilizamos el racismo, admitimos que somos racistas. Según varios estudios, el peruano admite que hay racismo, pero nunca admitimos que somos racistas. Son dos cosas distintas”, manifestó.
En conclusión, la experta explicó que el accionar del peruano es señalar y culpar al otro de racista, como hace con casi todos sus problemas. “Es una forma de evitar la culpa de algo tan normalizado en nuestro país”, sentenció.