Los bebés son muy juguetones así que no tardarán en adoptar este ritmo. El juego es una de las primeras cosas que empezará hacer y será muy beneficiosos para su desarrollo.
El juego es un elemento importante que ayuda al proceso de aprendizaje del bebé. Por este motivo, es necesario saber cuáles son las formas en las que podemos estimular al menor para despertar su curiosidad a través del juego.
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Según la página Kids Health, conocemos que el pequeño puede empezar a jugar a partir del primer mes, del mismo modo, aprenderá a responder a los estímulos que reciba.
La respuestas de un bebé frente a un estímulo se puede dar de diversas expresiones: mirada fija, sonrisas, llanto y balbuceo.
Los especialistas recomiendan hablar o sonreír frente al bebé para que fortalezca la relación o vínculo entre madre e hijo.
Primer mes: Se recomienda los estímulos visuales y auditivos como los juguetes de colores llamativos y formas interesantes, así como sonidos musicales que lo capturen.
Segundo mes: Sonreirá con mayor frecuencia y se adaptará mejor a los juegos con sus padres. Podrá jugar mejor con los juguetes livianos y sencillos de sostener.
Tercer mes: Aquí el niño puede sonreír ante cualquier estímulo, así como seguir con la mirada fija a personas y objetos que les llame la atención. Es un buen momento de empezar con los ejercicios de estimulación temprana.