Este increíble caso sucedió en Nigeria. Margaret Adenuga, la protagonista de esta historia, se convirtió en madre de un niño y una niña (gemelos) a través de una fecundación in vitro. Ella a sus 68 años y su esposo con 70. Hoy disfrutan de un momento en familia más unidos y felices que nunca pese a la fuerte pandemia que el mundo vive. La esperanza siempre fue parte de ellos.
Margaret tuvo que pasar por procedimientos complicados. En tres oportunidades perdió la oportunidad de ser madre a causa de un tratamiento de fertilidad sin éxito. Por fin, el 14 de abril dio a luz a sus pequeños en el Hospital de Enseñanza de la Universidad de Lagos (LUTH).
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A pesar de este duro proceso, años después, motivada por el deseo de tener un hijo propio, logró embarazarse y, aunque fue duro, lo sobrellevó hasta el final. Después de 37 semanas dio a luz a sus gemelos.
En una entrevista para CNN, su esposo, Noah, recalcó que siempre soñó con el anhelado momento y, por supuesto, nunca perdieron la fe.
Asimismo, la doctora que atendió a esta valiente mujer señaló que Margaret tuvo mucha suerte, pues otras mujeres habrían tenido mayores complicaciones como perder al bebé o incluso problemas consigo mismas que las habrían llevado a cambiar de idea.
El país africano se encuentra bajo confinamiento con el fin de proteger a la población de nuevos contagios por covid-19. Actualmente el país tiene cerca de 873 casos de infectados y 28 muertos por coronavirus. El mayor problema que enfrenta es la poca cantidad de respiradores artificiales en sus centros de salud.
Asimismo, las personas de los diferentes estados de Nigeria se encuentran inhabilitados de poder viajar
La fecundación in vitro el proceso por el cual el óvulo y un espermatozoide son fecundados fuera del cuerpo de la mujer, para que después de 3 a 5 sea implantado en el útero de la mujer.
“In vitro” en latín significa “en cristal”. El término surgió cuando los biólogos extraían tejidos de los cuerpos vivos para estudiarlos en el laboratorio. Estos tejidos eran colocados en contenedores de cristal como tubos de ensayo.
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La mayoría de mujeres recurren a este método cuando otros tratamientos han fallado. En su mayoría, son personas mayores de los 40 años y con cuyas parejas tienen problemas de fertilidad.