La guía comparte trece recomendaciones básicas para convertir estos días de aislamiento social en una oportunidad de reconexión con los hijos e hijas adolescentes, tarea que puede resultar difícil en una época donde las largas jornadas laborales de padres y madres y el uso excesivo de la tecnología generan barreras en la comunicación.
Una de las primeras recomendaciones es el de establecer rutinas para que todos entiendan que este no es un tiempo de vacaciones.
También promueve que este tiempo en casa sirva para compartir momentos en familia: almorzar juntos, organizar actividades de entretenimiento, hacer ejercicios físicos de tal manera que los y las adolescentes se involucren mucho más en mantener la armonía en el hogar.
Otro de los aspectos que aborda este documento es que los padres y madres promuevan la igualdad y la responsabilidad. Enseñarles que no hay tareas solo para hombres o solo para mujeres, sino que todos son capaces de desenvolverse por igual. Sin embargo, también se deben respetar los espacios en los que necesiten estar solos. Esto permitirá que adopten una actitud positiva y se sientan comprendidos.
Crear espacios de conversación con ellos y ellas es otra de las recomendaciones. Explicarles, por ejemplo, que al igual que todos, deben practicar las medidas de higiene y aislamiento social.
Esto debido a que, al obtener información por redes sociales e internet, muchos tienen la idea que ellos no son una población de riesgo por lo que se les debe explicar que su cuidado implica, cuidar al resto de la familia. Promover en ellos la noción de ciudadanía, de respeto y cuidado hacia el otro es clave en estas reuniones familiares.
En ese sentido, la guía promueve el uso responsable del internet. Se les debe explicar que en esta situación muchas personas trabajan desde sus hogares y cada uno debe contribuir a no saturar estas líneas, especialmente en horarios laborales.
La guía señala que los adultos deben mantener la serenidad y la firmeza y hace la precisión que ser firmes no es sinónimo de violencia.
Hace hincapié que, si se conoce alguna situación de golpes, gritos o violencia sexual contra los y las adolescentes que viven en la casa o en el barrio, se debe llamar inmediatamente a las líneas 100 y 1810 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
También recomienda conversar con los y las adolescentes acerca del estigma y discriminación hacia personas infectadas por el coronavirus.
Frente a ello, la guía señala que los padres, madres o cuidadores deben brindarles información clara sobre la enfermedad, sus implicancias y cómo se debe promover la empatía y la solidaridad con aquellas familias que han sido afectadas.
Esta guía permitirá contar con recomendaciones para que los y las adolescentes se conviertan en promotores de conductas responsables dentro del hogar.
La convivencia armoniosa brindará una valiosa oportunidad a los padres de reconectar con sus hijos e hijas adolescentes en una época donde la conversación, el buen trato y el estar bien informados los hará conscientes que quedarse en casa es un deber que mantendrá sana a la familia y a la comunidad.