A la fecha el coronavirus COVID-19 ha infectado a más de 1,7 millones de personas en todo el mundo, según el último reporte de la OMS. Ante tal panorama países como Rusia y Estados Unidos comenzaron una carrera por desarrollar la vacuna que ponga fin a esta pandemia.
Recientemente la profesora de vacunología de la Universidad de Oxford, Sarah Gilbert, comentó que la vacuna contra el COVID-19 que está trabajando posiblemente podría estar lista para ser utilizada para el otoño europeo, es decir, en septiembre, según informó el periódico londinense The Times.
“Eso es casi posible si todo va perfectamente. Tenemos que ir por eso. Nadie puede dar garantías, nadie puede prometer que va a funcionar y nadie puede dar una fecha definitiva, pero tenemos que hacer todo lo que podamos tan rápido como podamos”, reveló la científica.
De acuerdo a la especialista su vacuna posee un 80 % de posibilidades de éxito y la primera versión comenzará a ser testeada en ensayos clínicos en dos semanas.
Asimismo, Sarah Gilbert detalló al medio británico el procedimiento que seguirá la vacuna: "En primer lugar, existe la necesidad de fabricar la vacuna para los estudios clínicos bajo condiciones estrictamente controladas, certificadas y calificadas - necesitamos la aprobación ética y la aprobación regulatoria. Entonces el ensayo clínico puede comenzar con 500 personas en la fase 1. Esto es siempre en adultos sanos de entre 18 y 55 años, y normalmente la lectura principal de un estudio de fase 1 es la seguridad".
Y agregó que "Entonces podemos hacer la fase 2 mirando un rango de edad más amplio, en este caso vamos a aumentar el rango de edad, de 55 a 70 años o más. Estamos buscando la seguridad en el grupo de mayor edad, esperamos ver respuestas inmunológicas más débiles".
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Para la científica no se debería tardar demasiado en hallar la vacuna pues las personas se volverían inmunes y por tanto no se podría saber a ciencia cierta la efectividad de la vacuna.
“Si esperamos demasiado tiempo, una gran proporción de personas serán inmunes antes de que los vacunemos. Así que es vital que vayamos rápido antes de que una alta proporción se infecte. Pero también significa que vamos a tener que hacer estudios en diferentes países porque la cantidad de transmisión del virus se ve afectada por los confinamientos”, puntualizó Gilbert.
Además, la experta en vacunas detalló las condiciones que se requieren para que la vacuna pueda ser distribuida en septiembre. Y es que para lograrlo se necesitaría fabricar millones de dosis y por tanto no solamente el gobierno estadounidense sino todos los gobiernos deberán invertir en ello.
“Las vacunas no reciben suficiente inversión. Son la intervención sanitaria más rentable, pero se pasan por alto. Muchos de nosotros hemos estado diciendo durante años que necesitamos más vacunas contra estos patógenos de brotes y que tenemos que ser capaces de movernos más rápido cuando hay una nueva pandemia”, insistió.