Tras una larga y dura lucha contra el cáncer, madre e hijo se salvaron casi en simultaneo de esta letal enfermedad. Vici Rigby de 40 años y su pequeño George, de 4, fueron diagnosticados con esta enfermedad con unos pocos meses de diferencia.
A Vici le diagnosticaron cáncer colorrectal en el 2016, mientras que 5 meses después los médicos de su retoño confirmaron que el pequeño padecía de leucemia linfoblástica aguda.
Aunque el final fue feliz para ambos, el camino fue demasiado duro para madre e hijo. Vici tuvo que someterse a 6 rondas de quimioterapia, una cirugía es su hígado e intestino, radioterapia y después, para finalizar, 12 rondas más de quimioterapia.
“Cuando me diagnosticaron quedé en shock y mi primer pensamiento fue sobre los niños. Simplemente asumí que el resultado sería malo, considerando la seriedad del diagnóstico. Cuando le diagnosticaron a George, es difícil de expresar con palabras, la alfombra se retiró de debajo de nosotros otra vez, pero esta vez fue nuestro niño de cuatro años”, le relató la madre a Mirror.
“No hay forma de racionalizarlo realmente en su mente. Supongo que, por un lado, estábamos conmocionados nuevamente, pero, por otro lado, estábamos tan acostumbrados a hablar y vivir con cáncer que casi sentimos que esto es lo que hicimos”, agregó.
Al pequeño George le tomó 3 años y medio para, al igual como hizo su madre meses antes, sonar la campana en el Hospital Real de Worcestershire y anunciar por todo lo alto que su cuerpo ya estaba libre de cáncer.
“Se siente bastante surrealista cuando se le da ese primer diagnóstico y sabe que está viendo tres años de tratamiento. Nunca piensas que llegará el día. Entras en la rutina de citas en el hospital y planificas tu vida en torno a eso. Entonces, de repente, ahora podemos hacer planes, reservar unas vacaciones y organizar las cosas sin preocupaciones”, relató Vici.
Superado uno de los momentos más álgidos de sus vidas, ambos están alegres por haberlo logrado juntos. Ahora, esta familia de Inglaterra se está acomodando en su nuevo hogar, al cual se mudaron cuando el pequeño terminaba sus tratamientos.