¿Y si un día escondemos las tablets, celulares, guardamos los controles remotos y los dejamos dentro de un cajón por algunas horas y le damos rienda suelta a nuestra imaginación para interactuar con nuestros hijos y divertirnos como niños?
Existen diversos juegos en los que puedes desconectar a tus hijos del “mundo virtual”, motivarlos y enseñarles nuevas formas para divertirse y así equilibrar el tiempo entre sus deberes y sus ratos en donde tienen plena libertad para jugar.
A continuación, te presentamos algunos juegos que puedes hacer con tus hijos. Estamos seguras que lo disfrutarán y que volverás a despertar tu niño interior.
Cada niño puede ser un país, una fruta, un animal. Un niño coge la pelota y la lanza al aire, gritando uno de estos nombres al azar, mientras los demás se alejan corriendo. El niño al que le corresponde el nombre debe correr a coger la pelota, (si la coge antes del primer rebote, puede volver a lanzarla gritando otro nombre), al tiempo que grita “STOP ". Todos se detienen. El niño elegirá a un compañero y podrá, si quiere, dar hasta tres pasos hacia él /ella, lanzando la pelota, si le da tiene un pecado, si no le da es para él, le toca lanzar la pelota. El primero que tenga los siete pecados pierde y finaliza el juego.
Dos niños (pueden ser los padres) se miran frente a frente, extienden los brazos y se toman de las manos, formando un puente. Mientras que los otros niños hacen una fila y van pasando debajo del puente. Los niños que forman el puente cantan “Que pase el rey que ha de pasar, que el hijo del conde se ha de quedar”, repetirlo 3 veces. En la tercera gritan “quedó” y los brazos extendidos cogen al niño que justo estaba cruzando. Así sucesivamente, hasta que haya un solo ganador.
Un niño o niña se encorva y pone sus manos en la rodilla, mientras esconde su cabeza en el pecho. Mientras los otros niños forman una fila a una distancia prudente para tomar vuelo, correr y saltar sobre el niño o la niña. El que lo logre, pasa a la siguiente fase. El niño encorvado (pueden cambiar de jugador) se levantará para hacer el juego más difícil. Siempre con mucho cuidado. Esto los ayudará a afianzar su equilibrio.
Pueden jugarlo también en casa. Elegirán a un niño o niña (puede ser el papá o la mamá) para que cuente hasta 20 mientras se tapa los ojos o mientras mira solo a la pared. Los otros niños correrán para buscar lugares estratégicos para esconderse. El niño que sea atrapado pierde. Una vez que encuentran a todos los niños empieza una vez más el juego, el que buscará esta vez será el niño que fue atrapado primero.
Jugar no solo es correr y saltar, también pueden hacerlo tranquilamente, disfrutando de la naturaleza o la quietud. Puedes preparar una rica merienda e ir a un parque, extender una manta y sentarse todos mientras disfrutan respirando aire puro. Ojo, si no puedes salir ese día, no te compliques. Crea tu propio panorama en tu sala o en lugar de tu casa donde haya calma (con la televisión apagada, claro).
Estamos seguras de que se vienen a tu mente muchos juegos más, pero recuerda, lo principal no es que juegues con tus hijos por obligación. Disfruta el tiempo realmente con ellos, para que más adelante ellos aprendan a disfrutarlo con los demás mientras juegan.