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21 Nov 2019 | 15:02 h

Ella Baila Sola Capítulo VII: con los ojos cerrados, peruano

Mayra Coutoy 'Ella Baila Sola' en el capítulo 7de su historia.

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    Todos los días las bandejas de mensajes de mis distintas redes sociales se llenan de haters, que en traducción son “odiadores” pero creo que más sentido tiene como “odiosos”. Siempre han estado detrás de mí, desde que tengo 17 años, así que lo tomo como golpes al aire de gente graciosa que me dedica su tiempo. Sin embargo, algunas veces me sorprende la miseria mental de algunos. Este fin de semana me llegó uno acerca de mi estancia estudiantil acá en Cuba y, aunque no me sorprendió lo que él pensaba, sí me entristeció que, como él, mucha gente siga con los ojos vendados. El mensaje fue el siguiente: “Cómo vas a estudiar Comunicación Tv y lo que sea en La Habana, estás botando tu dinero”. Obviamente, entre otras cosas bastante vulgares.

    Me preocupa la excluyente idea que tienen algunos peruanos de asociar la falta de dinero con la falta de educación. Entiendo que venga de que, en Perú, la educación universitaria privada es costosa, pero eso no tiene nada que ver con que cada individuo sea o no educado o conocedor. Incluso, los medios de comunicación en Cuba, educan. Las personas ven por televisión tanto documentales como ballet y oyen poemas por la radio y así. Los y las niñas tienen tanto conocimiento sobre quién es Mozart, así como sobre quién es Ozuna. La cultura y el conocimiento no se disocian del entretenimiento ni mucho menos de la condición económica. Ser pobre no significa ser inculto.

    Por otro lado, la realidad en Cuba es bastante compleja y extremadamente larga de contar, una historia que comienza en 1952. En todo caso, no es gratuito el hecho de que muchos extranjeros vengamos a este país a estudiar carreras como Medicina, Ballet o Cine fotografía. El nivel educativo en Cuba es altísimo. Asimismo, el nivel académico de mi escuela tiene tanto prestigio en el mundo que los profesores y estudiantes vienen de países tan diversos como Egipto, México o Líbano. Fundada por Gabriel García Márquez y visitada por reconocidos directores Francis Ford Coppola, Abbas Kiarostami o Brian de Palma. Incluso, tuve la oportunidad de asistir a una charla brindada por Emir Kusturica en el mismo auditorio donde llevo clases.

    Pero esto es solo un ejemplo de que cada vez que este tipo de peruanos no comprenden algo, lo llenan de adjetivos negativos. No importa lo que no entiendan, la lógica se les escapa: si algún actor ya no sale en televisión, entonces es porque se quedó sin trabajo; como si no hubiera miles de trabajos de actuación que no aparecen en televisión o como si los actores y actrices solamente nos dedicáramos a actuar. Si un hombre se pone un mandil rosado, entonces estamos ante un acto de humillación; cuando cualquier persona puede usar un mandil del color que sea.

    Esta idea de solo aceptar lo que está dentro de uno mismo nos deja exponencialmente más ignorantes con el paso del tiempo. Si no aceptamos que desconocemos algunos temas, si no estamos abiertos y abiertas a que todo, absolutamente todo es posible y que aún tenemos cosas que aprender, nunca vamos a crecer.  Cada persona es un mundo, muy particular y único. Esto no es solo una frase. Es real. Mientras más diversas las personas a nuestro alrededor, más podemos aprender. Nos estamos perdiendo grandes oportunidades por mirarnos el ombligo incesantemente.