Las mamás nos preocupamos por la felicidad de nuestros hijos todo el tiempo. Cada año se celebra el Día del Niño, así que una técnica divertida para practicar con los hijos es el origami.
La papiroflexia u origami, es un arte japonés que además de ser entretenido, aporta una gran variedad de beneficios, tanto físicos como mentales, para el desarrollo de los niños.
Por ello, la especialista plástica especializada en pedagogía artística Beatriz Calle, nos explica diversos beneficios que obtendrán los hijos al practicar este arte.
Al hacer origami, los niños ejercitan los nervios, huesos y músculos de la mano, eso les permite tener mayor fuerza y habilidad para la escritura.
Doblar el papel en el orden correcto para conseguir una figura, requiere de un gran poder de atención. Este esfuerzo mental, hace que el hijo mantenga su concentración en una sola actividad, lo mismo pasará cuando tenga alguna tarea.
Cuando haces papiroflexia, tienes que seguir algunas instrucciones para alcanzar la figura. Al inicio no son tan complicadas, así que el niño tiene la posibilidad de recordarlas y poco a poco ir trabajando con su memoria.
Las veces que el niño practica origami se da cuenta que el mismo también puede crear nuevas figuras. Esto le ayuda a potenciar su creatividad y poder para imaginar y visualizar.
En el papiroflexia muchas veces no te salen las figuras a la primera vez, el hijo debe practicar su paciencia para intentarlo varias veces hasta cumplir con su objetivo.
Wapa, ahora tienes la oportunidad de practicar en casa las figuras de origami, puedes ayudarte viendo tutoriales en YouTube, donde encontrarás formas de animales, transportes, entre otras figuras divertidas.