El día martes 2 de julio el Parlamento francés adoptó de manera definitiva un proyecto de ley que prohíbe la violencia física y psicológica y pretende evitar que los padres peguen a sus hijos.
El texto de la ley convierte a Francia en el país número 56 que se dota de una ley de este tipo, finalizó su tramitación en el Senado, donde recibió el voto unánime de los parlamentarios presentes en la cámara.
En virtud de la disposición, el encargado de casar a una pareja les señalará que “la autoridad parental se ejerce sin violencia física o psicológica”.
Además, esta misma frase saldrá en la primera página del carné sanitario de menores.
La ley francesa pretende constituir “una base legal necesaria para poner en marcha campañas de información, la formación de los profesionales” y dar indicaciones sobre comportamientos en las consultas de los médicos.
“Nada es más falso que la idea de que las violentas educativas ordinarias forjan el carácter”, dijo el secretario de Estado, partidario de una “educación benevolente” y de la igualdad de derechos para niños y adultos”.