En medio de una gran discusión en torno a la inmigración en Estados Unidos y la construcción de un muro que separa las fronteras norteamericanas de las mexicanas, una guatemalteca perteneciente a una comunidad maya se abría paso entre miles de competidoras. María del Carmen Tun Cho no ganó la carrera, pero se sintió como toda una ganadora, ya que hizo historia en Estados Unidos.
“Para mí, participar ya es un triunfo porque he podido enseñar que una mujer puede hacer muchas cosas si se la propone”, dijo Tun Cho, quien inició el recorrido de 26 millas con el convencimiento de que su cruzada para abrir las puertas a las mujeres ya está dando frutos.
Ciento de personas, entre sus compatriotas y latinos, se acercaron a la atleta indígena para apoyar su participación y felicitarla por su esfuerzo. “Fue la ocasión perfecta” contó la corredora, en referencia a la 34 edición del Maratón de Los Ángeles, que contó con la participación de más de 24 mil atletas de todos los estados y de más de 60 países.
Agregó que “las mujeres tienen mucho que dar, sin importar la edad que tengan, o la raza, o si son del campo o de la ciudad”. Tun Cho, madre de 6 hijos, comenzó a practicar atletismo hace tres años, cuando participó en la carrera Ak’ Wank, carrera que se realiza en Guatemala con la idea de reivindicar los derechos de la mujer.
Dos años después, en 2018, la atleta alcanzó el primer lugar de la categoría Master de esa competición. Ese día tomó la decisión de llevar el mensaje de “empoderamiento de la mujer” más allá de las fronteras de su pueblo y de su país.
Los Ángeles es una ciudad donde viven gran cantidad de guatemaltecos, que es la tercera comunidad inmigrante en Estados Unidos, después de los mexicanos y los salvadoreños. Por ello, activistas de esa ciudad, como Teófilo Barrientos y Otto Barrios, decidieron apoyar a Tun Cho para que trajera su mensaje a esta ciudad.
La guatemalteca es originaria de la comunidad Nacimiento Raxk’iche’, Raxruhá, Alta Verapaz. “Defender a la mujer tiene que ser un trabajo de toda la familia”, fue lo que le dijeron sus hijos, nietos y esposo, que la incentivaron aún más a seguir para adelante con este reto.
Finalmente, María del Carmen dijo que “las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres y debemos ser tratadas por igual, todas debemos esforzarnos para lograr esta igualdad”. Para ponerse de pie.