En la actualidad cada vez son más las mujeres que se desempeñan activamente en el mercado laboral. Algunas realizando trabajos de alta gerencia; otras en planta, y muchas otras destacando en rubros comerciales, de salud, educativos, artísticos, entre otros.
Todas ellas demostrando el gran talento que tienen, resaltando por sus logros y por la capacidad de sacar adelante sus objetivos.
Un factor para tener en cuenta es que gran parte de la población laboral activa es madre o está en etapa de gestación; hecho que las lleva a preguntarse acerca de los cuidados que deberían tener respecto a su alimentación, carga laboral, entre otros puntos.
En ese sentido, Hellen Vega, nutricionista de APC Corporación, comparte cinco recomendaciones para aquellas mujeres trabajadoras que están en etapa de gestación:
Incluir dentro de la dieta alimentos como el pan, arroz, tubérculos (papa, camote, yuca, otros), pastas, frutas y verduras, en la presentación que puedan ser aceptados por la gestante.
El contenido de azúcares aporta una excelente fuente de energía, aunque su consumo debe ser moderado y preferir aquellos que contengan fibra para evitar problemas de sobrepeso y obesidad. Con los controles se podrá manejar adecuadamente un control de peso aceptable.
Las cantidades que se pueden incluir referencialmente son entre 2 a 3 raciones más al día.
Es recomendable que el consumo de productos cárnicos procesados, empanizados o papas fritas sean reducidos o evitados al máximo; ello debido a que su alta concentración de grasas saturadas y trans pueden ser dañinos para la salud.
Es recomendable que la mujer gestante pueda optar por preparaciones con bajo contenido de aceites: a la plancha, sudados, guisos, saltados.
Abusar de platos picantes, que incluyan demasiados condimentos o con alto contenido de azúcar puede intensificar los síntomas gastrointestinales y provocar: digestiones más lentas, vómitos, náuseas, entre otros.
Es importante acudir con un nutricionista para el asesoramiento y manejo de una alimentación adecuada.
El consumo de ácido fólico ayuda a prevenir defectos en la formación del cerebro y la médula espinal del feto, su consumo es imprescindible durante el primer trimestre.
Por otro lado es importante el consumo de calcio para un apropiado desarrollo óseo del bebé y mantener adecuadas reservas de calcio en la madre, se recomienda de 3 a 4 raciones de alimentos ricos en calcio como: yogurt, leche y queso. Para una mejor absorción estos alimentos no deben combinarse con suplementos de hierro y/o alimentos ricos en hierro.
El pescado aporta al organismo proteínas, hierro y ácidos grasos omega 3, este último en sus formas de EPA y DHA contribuyen al desarrollo de una buena función cerebral. Se recomienda consumir pescados azules como la anchoveta, bonito, jurel y caballa en una frecuencia de 3 veces a la semana.