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05 Mar 2019 | 8:42 h

¡Escritoras peruanas buscan recuperar presencia en el mundo literario!

La unión hace la fuerza. Muchas escritoras peruanas decidieron abrirpaso en medio del canon literario masculino que ha predominado en el país durante décadas.

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    En la última década, tras la muerte de Blanca Varela, reconocida poeta peruana, parecía que la literatura femenina había corrido la misma suerte, sonaba extremo, pero no fue así. Muy atrás quedaron los tiempos de Isabel Allende, Piedad Bonnett, Clarice Lispector, Margo Glantz, María Moreno, entre otras tantas escritoras y poetas cuyo recuerdo quedó en blanco y negro.

    Todo lo contrario pasaba con la pluma masculina, galardonados, reseñados, traducidos, editados, alabados y lo más importante, en constante renovación en cuestión de nombres. Resultaba extraño que en tiempos donde la igualdad de género comenzó a tener mayor relevancia, la mayoría masculina en la literatura peruana sea tan abrumadora.

    Para hacer frente a tal situación, la poeta Victoria Guerrero formó hace unos meses el Comando Plath, una agrupación virtual y real, junto a otras literatas que se sienten invisibilizadas, estereotipadas e incluso violentadas y ridiculizadas. El mencionado grupo publicó hace poco una lista de los mejores libros del año, con obras escritas solo por mujeres, como respuesta a las míseras cuotas femeninas publicadas en otros rankings.

    En la lista elaborada por el comando Plath se encuentra una diversidad de obras escritas por las más talentosas escritoras peruanas de esta década, entre las que destacan: Rosa Chávez Yacila, Irma del Águila, Yeniva Fernández, Victoria Guerrero, Zoila Vega, entre otras grandes escritoras que de a poco están llevando a flote la pluma femenina, relegada por tantos años.

    Esta iniciativa ha abierto sin duda alguna el panorama que se tenía respecto a la literatura de las peruanas en los últimos años, su resistencia a seguir en el anonimato, su diversidad de voces y sobre todo, su descentralización, hacen presagiar un gran futuro para las escritoras emergentes, quienes seguirán firmes en su lucha por dejar de ser relegadas, talento tienen de sobra.