Meghan Markle y el príncipe Harry volvieron a pisar una alfombra roja desde que ambos se separaron definitivamente de la realeza británica en enero del 2020. La duquesa de Sussex hizo su gran regreso a la ‘red carpet’ llevando un estilismo cargado de simbolismos con el que confirma que cada vez se siente una mujer más libre de elegir sus looks de gala.
Para su aparición en el evento ‘Salute to Freedom Gala’ realizado en el Museo Inteprid de Nueva York la ex royal eligió un exquisito e imponente look total red que demostró todas las implicancias que generan llevar este color para reflejar determinación y pasión atrayendo las miradas en cuestión de instantes.
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Por ello, Meghan Markle hizo su entrada triunfal al recinto tomada de la mano del príncipe Harry quien compartió un mismo detalle dentro de su atuendo de vestir formal que hizo que ambos estuvieron más conectados y sincronizados: una amapola roja del recuerdo llamada poppy la cual representa el honor de aquellos combatientes de las fuerzas armadas británicas.
En esta ocasión la también actriz dejó en manos de la firma Carolina Herrera la elección de su look, un vestido que pertenece a la colección ‘pre-fall’ 2022 que fue confeccionada a la medida para Meghan por el diseñador de la casa Wes Gordon. La pieza de seda roja contó con un escote pronunciado en forma de ‘V’ que también reflejó la silueta en forma de corazón dándole más realce al corpiño que dejó su espalda al descubierto. En cuanto al resto del diseño tuvo una doble falda con una línea recta por delante y una abertura frontal en las piernas que se superpuso a otra mucho más acampanada que destacó por tener una larga cola.
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Su estilismo lo complementó con unas sandalias destalonadas firmado por Guiseppe Zanotti con un efecto texturizado gracias al satén carmesí. Además, su beauty look estuvo compuesto por un moño alto de bailarina que recogió toda su melena de manera elegante y fascinante. Un diseño minimalista que permitió que todo el foco de atención se mantuviera en su majestuoso vestido con el que confirmó que su estilo está de vuelta en la alfombra roja. Como joyas utilizó su anillo de boda, una pulsera Love de Cartier, unos pendientes Snowstorm de la colección Snowflake de Birks y un brazalete de diamantes que usó anteriormente la princesa Diana.
“Otros de los estudios llevados a cabo por Elliott aluden también a las connotaciones asociadas con el deseo y la pasión que se atribuyen al color rojo, siendo quizás el más popular el que recoge la BBC en este artículo y que deja patente que, tanto hombres como mujeres, se ven más atraídos por la misma persona si ésta lleva alguna prenda roja que si es de cualquier otra tonalidad. De hecho, el propio Eliott, que ha estudiado muchas otras tonalidades y su impacto, reconoce que el efecto de colores como el azul o el verde pueden llegar a causar es bastante limitado en comparación con el rojo”, refieren desde Vogue.es sobre la potencia de este tono.