El embarazo es una importante etapa de cambios en la piel de la mujer. La sensibilidad se acentúa en esta fase y muchos de los ingredientes que utilizabas en tu día a día, se guardan en el cajón hasta nueve meses después. Y ya no sólo eso, sino que muchos de los ingredientes habituales de tu rutina están totalmente prohibidos durante estos meses también para tu bebé. Te ayudamos a descubrir cuáles son este tipo de productos que no es recomendable usar, así como las sugerencias que diversos estudios y especialistas han brindado en los últimos meses.
El retinol o vitamina A es un ingrediente antiedad perfecto. Si lo has estado utilizando en tu rutina diaria y ahora estás embarazada, lo mejor será apartarlo hasta que alumbres a tu bebé. A pesar de que en bajas concentraciones podría no entrañar peligro, lo mejor es prevenir y, seamos honestas: puedes estar 9 meses sin retinol porque a cambio, ¡vas a estar radiante!
Para que lo entiendas, la vitamina A es un ingrediente soluble en grasa y es capaz de intervenir en numerosos procesos biológicos (desde la gestación a la diferenciación celular, la visión e incluso afectar a la reproducción). No sólo se encuentra en tus cosméticos. También encontrarás vitamina A en determinados alimentos de origen animal y algunos de origen vegetal (carotenos).
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Según la edad y momento en la vida, las necesidades de vitamina A varían. Si por tratamientos dermatológicos has estado expuesta a altas dosis durante el primer trimestre, lo mejor es que se lo digas a tu ginecólogo para que te realicen estudios ecográficos de alta resolución que puedan detectar riesgos.
Del mismo modo que evitarás determinadas cremas con dosis altas de vitamina A durante el embarazo, las recomendaciones médicas también pasan por hacer un consumo responsable de los patés y el hígado.
Si la piel de naranja no te da tregua durante el embarazo, sí puedes seguir usando cremas anticelulíticas, pero con especial precaución: que no contengan cafeína. Y es que la cafeína es un ingrediente estimulante que puede pasar al torrente sanguíneo y llegar al feto. Es más, evitar las cremas con cafeína no sólo formará parte de las recomendaciones durante la gestación, sino también en el período de lactancia.
Y no sólo en las cremas anticelulíticas. La cafeína también se encuentra con frecuencia en los contornos de ojos. Echa un vistazo a las etiquetas de tu neceser.
Los aceites esenciales no están prohibidos en su totalidad, sino que existe una lista negra de ellos que sí deberías evitar por estar especialmente prohibidos en la gestación. Especialmente, en los primeros meses. Hablamos de los aceites esenciales de salvia, orégano, clavo, geranio, mentol o ruda. Probablemente en muchos de tus cosméticos los encontrarás en concentraciones mínimas, en ese caso, no son tan problemáticos, aunque será mejor que los evites totalmente durante los primeros meses.
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El ácido salicílico es especialmente bueno como antiinflamatorio, antibacteriano y antiséptico. Ayuda a la regeneración de la piel y a la inhibición del envejecimiento. Puedes encontrarlo en multitud de cosméticos para su uso tópico y probablemente tengas alguno que otro en tu neceser, además del blíster de aspirinas.
Sin embargo, forma parte también de esa lista negra de ingredientes no recomendables en el embarazo. De hecho, los médicos suelen ser bastante estrictos con el, especialmente en altas concentraciones (en medicamentos), ya que además de que afectará de forma negativa en la piel de la embarazada por la mayor sensibilidad durante la gestación, puede ser transportado por la sangre hasta la placenta y penetrar en el feto.
Especialmente usado en los exfoliantes. Si ya se trata de un ingrediente con el que las pieles sensibles sufren más de lo normal cuando se abusa de el, durante el embarazo, momento en el que la piel de la mujer prácticamente “muta”, también queda prohibido. En altas concentraciones, también puede penetrar al torrente sanguíneo y llegar a la placenta. Coméntaselo a tu médico si lo necesitas de forma urgente.