En la vida, se presentan situaciones completamente fuera de nuestro alcance que nos terminan de hundir o nos proponen el reto de reinventarnos. Para algunos, estas se convierten en el empujón que necesitaban para dar el siguiente paso. Meche Correa lo sabe por experiencia propia. La diseñadora y fundadora de Alianza de Diseñadores de Moda de Perú conversó en exclusiva con Wapa.pe para revelar más detalles sobre el primer desfile digital en nuestro país, cómo prosperar ante la adversidad y la importancia de apostar en la industria nacional.
Si bien hemos extrañado esos momentos del desfile donde estás acompañado de un gran público, el hecho de poder ver que ya estábamos realizando el sueño de hacer nuestros shows y con esta herramienta poder promocionar más en el país, -porque una de nuestras misiones es de ahora en adelante no sólo es pensar en el exterior como ha sido siempre nuestra idea, sino fomentar mucho el consumo peruano, el Made in Perú-, nos hizo muy felices. El hecho que nos pongamos la camiseta peruana y apoyemos nuestra propia industria como lo hace México o Colombia (que están muy empoderados en ese sentido) es lo que faltaba. Por supuesto, fuimos disciplinados, seguimos todas las medidas de precaución y hemos tenido mucho cuidado en cada paso que dado en la realización de este desfile digital.
Naturalmente. Teníamos en cuenta y sabíamos que todo este mundo digital era el futuro pero no nos habíamos preparado exactamente para ello. La verdad es que sí fue un súper empujón para dar el siguiente paso y lo hemos hecho.
Necesitamos continuidad, que estas alianzas sigan dándose porque tenemos la misma sintonía. Nosotros en la Alianza de Diseñadores de Moda de Perú somos tan apasionados con nuestro trabajo, amamos y amo tanto a mi país que realmente se ve que todos trabajamos porque necesitamos, pero cuando hay ese tipo de amor y ese tipo de entrega verdadera, hay otra sintonía, es distinto. Muchas veces trabajo y tengo muy poca compensación a la que debería tener, pero mi gran premio es ver a esas mujeres, el poder darles trabajo. En ese sentido, me siento millonaria, me siento dichosa y feliz.
Los diseñadores, por lo mismo que somos artistas, somos más sensibles, entonces a nosotros ese tipo de cosas nos hacen grandes y nos hacen felices, esto es lo que en realidad nos hace grandes. Por eso yo creo que de acá en adelante con respecto a nuestra labor, se van a escuchar muchas cosas positivas y muy lindas.
Esta versión en realidad me agarró casi en la mitad del trabajo que estaba preparando para presentar en el Perú Moda, entonces me quedé sin posibilidad de terminarlo. Estaba creando una colección muy especial porque yo quería que esta sea la colección ya que es muy elaborada. Es decir, si normalmente en mis presentaciones tengo muchos detalles hechos a mano, esta era una locura. En vista que el tiempo que me quedaba para acabar no era suficiente pensé, mejor lo dejo, lo termino despacio y tranquila como corresponde y lo presento el próximo año y este año hago una recopilación de algunas piezas que me gusten mucho de todas las colecciones pasadas, las junto todas (tratando de que haya una coherencia entre ellas) y las vuelvo a presentar con unos retoques y eso fue lo que hice. Es más que nada como un recuento del historial de todo el trabajo que he venido haciendo.
Fue difícil poder escoger porque tengo numerosas colecciones y las tengo todas conmigo. Al abrirlas y revisarlas yo misma me iba emocionando de todo mi trabajo, porque definitivamente y con toda seguridad adoro lo que hago y lo puedo ver de acá a cien años y seguir disfrutándolo. Me enamoro de cada pieza que hago entonces ha sido difícil escoger pero finalmente lo hice. Solamente hubo una pieza nueva que fue la última que presenté que es la única que pude hacer.
Fue una colección diferente y emocional para mí y también para los que la han visto porque el día del desfile he recibido numerosas llamadas y mensajes de mis clientes y de toda la gente que me conoce, emocionados mirando el desfile como si fuera algo nuevo. Pero sí, fue un desfile muy emotivo para mí y para todos los que conocen mi trabajo.
Definitivamente, todos los aspectos del mundo se han reinventado y nosotros también. Todos los diseñadores han estado contra el tiempo porque se habían quedado a medias y han tenido que volver a recomponerse, pero esas cosas te dan vida y te impulsan a querer seguir avanzando y desarrollando. Todos se las han ingeniado y se han reinventado, y a parte de reinventarse han hecho jugar mucho más a su ingenio y su imaginación.
Van a tener una marca especial porque es también a partir de este momento en el que nosotros más que nunca nos hemos aferrado a abrazarnos y empoderarnos todos juntos. Entre todos hemos sentido más que nunca ese sentimiento que veníamos cultivando y hemos empezado a mirar mucho más esa cosecha de la unión y cómo nos hemos ayudado entre nosotros para salir adelante. Nosotros ya habíamos aprendido a apoyarnos pero ahora ha sido más fuerte y vibrante, además nos hemos propuesto a que en el Perú aprendamos a consumir lo nuestro y para eso tenemos que trabajar, tenemos que mostrar nuestras colecciones, tenemos que comunicar y dedicar para que el peruano se vuelva más camiseta y apunte más por lo nuestro. Esa es una de las grandes misiones que tenemos en nuestras manos.
Los primeros días para mi fueron desesperantes, porque yo trabajo con artesanos en comunidades y había que pagarles, sobretodo en esta coyuntura, entonces a mi se me ocurrió como a la mayoría, hacer tapabocas. Luego fui la prácticamente la primera, -inclusive salí con el Inabif a las dos semanas que empezó todo esto-, en hacer estos protectores transparentes. Me las ingenié con todo el material que tenía y lo convertí en estos escudos protectores y lo doné a distintos lugares. Lo poco que me quedó lo vendí a mis clientas y con eso pude pagar a mis artesanos. Así nos hemos ido ingeniando cada uno, haciendo lo que se podía. Parecía que estábamos en un sueño, pero conforme pasó el tiempo fuimos asimilando la situación hasta que finalmente reaccionamos y empezamos a conectarnos telefónicamente con los diseñadores. A través de la Alianza y de Instagram empezamos a hacer entrevistas entre nosotros y comenzamos a darnos vida, a darnos fuerzas y ánimos para seguir adelante.
Yo creo que el gran secreto no solo para los diseñadores sino para todos en general, lo digo por la experiencia, es estar bien seguro de lo que quieres hacer en tu vida, porque es muy diferente ponerle mucho punche y energía a algo cuando es lo que tu amas. Luego es no perder la esperanza y trabajar. Yo creo mucho en la constancia, en no desanimarse, en que cuando te caes te tienes que levantar y eso lo hace aquel que tiene fe y ama lo que hace. Si estás seguro de eso, eres disciplinado y constante en tu trabajo, es un hecho que el sol va a brillar en tu vida.
En el marco de la campaña “Aisladas No Solas”, Avon se une a la Alianza de Diseñadores de Moda de Perú, primer evento de moda digital en el país que se llevó a cabo el 11 de julio, en el cual Meche Correa fue una de las diseñadoras participantes, que busca dar a conocer el trabajo con artesanas y destacar el arte y moda peruana de la costa, sierra y selva; posicionando a las mujeres trabajadoras como un ejemplo de poder femenino.