La sal de Epsom es un ingrediente utilizado en diversos tratamientos de belleza para el cuidado de la piel, y ahora durante el confinamiento esto ha aumentado. Pero, ¿qué es exactamente?
Este es un compuesto mineral a base de magnesio y sulfato. A simple vista, se parece mucho a la sal común de mesa pero sus usos son bastante diferentes, y es que las sales de Epsom pueden curar heridas, aliviar calambres, esguinces y demás gracias a sus propiedades curativas.
Si hablamos de sus beneficios para la belleza la sal de Epsom tiene propiedades antiinflamatorias y relajantes, razón por la cual no es raro verlas en exfoliantes para aliviar la tez y dejarla con un acabado suave y ligero.
Podemos usar las sales de Epsom en diferentes tratamientos o rituales de belleza además de los medicinales, es importante que no abuses de ellas pues de ser utilizadas en grandes cantidades podrían resultar perjudiciales para la salud.
Dentro de sus efectos secundarios está una sobredosis de magnesio (absorbido por tu piel) el cual baja mucho la presión arterial, hace que ritmo cardíaco sea más lento y produce parches rojos en la piel.