El primer paso para eliminar el exceso de grasa en el rostro es mantener una constante rutina de belleza en el que realicemos una adecuada limpieza facial diaria. Y es que para no amanecer con un rostro grasoso necesitamos que esté limpio y bien hidratado.
Asimismo, debemos integrar dentro de nuestra rutina nocturna una mascarilla facial al menos una vez por semana. Por ello esta vez te compartimos una mascarilla con hierbabuena y miel para mantener a raya la excesiva producción de sebo en la cara.
Esta planta posee un olor exquisito que no solamente nos sirve para tratar problemas relacionados al sistema respiratorio y digestivo, sino que gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas y astringentes servirán a tratar algunas afecciones a la piel como el acné.
Asimismo, la hierbabuena es rica en vitaminas A y C, que nos ayudarán a que la piel se recupere de abrasiones y quemaduras. En ese caso puedes elaborar tu propio tónico en casos de emergencia o para usarla por las mañanas y las noches dentro de tu rutina de belleza.
En el caso de la miel sabemos que funciona como un poderoso limpiador y purificador y que, además, gracias a su alto contenido de sustancias como la fructosa, la glucosa y los ácidos alfa-hidróxidos tu dermis quedará suave y revitalizada.
Cuatro hojas de hierbabuena
2 cucharadas de miel
1.Machaca las cuatro hojas de hierbabuena con ayuda de un mortero hasta obtener una pasta manejable.
2.Agrega la miel y mezcla hasta que ambos ingredientes queden bien integrados.
3. Aplícalo en tu rostro con suaves masajes para activar la circulación de la sangre. Deja que actúe durante 10 minutos.
4.Enjuaga tu rostro con agua fría, puedes usar unos cubitos de hielo para cerrar tus poros y mantener tu piel limpia por más tiempo.
No olvides que antes de usar la mascarilla tu rostro debe estar limpio y previamente exfoliado (puedes usar bicarbonato de sodio, azúcar o café y un poco de agua o limón)