La regla general es que se debe cambiar el sostén cada seis meses, pues luego de ese tiempo su utilidad deja ser funcional. Además, existen otros factores que intervienen en su utilidad, como el cambio de peso u hormonales, entre otros. También los cuidados que les damos al momento de lavarlos y si los usamos con mucha frecuencia. Cuando veas que tu prenda ya no te queda como al principio es momento de decirle adiós y adquirir uno nuevo.
Debes escoger un brasier según tu tipo de cuerpo y de acuerdo a la ropa que sueles usar. Para conocer la talla que eres, toma una cinta métrica en pulgadas y mide tu tórax alrededor de la base hasta tu busto. Luego apunta la medida y redondéalo con un número par. Tras hacer eso, mide la parte más llena de tus senos, resta la cifra que anotaste anteriormente. El resultado mostrará la medida de tu copa.
Dependiendo la diferencia de pulgadas indica lo siguiente:
Una pulgada, copa A
Dos pulgadas, copa B
Tres pulgadas, copa C
Cuatro pulgadas, copa D
Si al usar tu sujetador te deja una marca significativa es porque te queda pequeño. Además, tus senos siempre deben quedar dentro del brasier y no desbordarse.
Este bra no tiene tirantes y únicamente tiene un soporte en la espalda. Sirve principalmente para las chicas que tienen busto pequeño o mediano. Esta prenda se combina muy bien con vestidos strapless o blusas de hombros caídos.
NO DEJES DE LEER: ¡Pequeños y cómodos! Los micro shorts regresan para sacarle provecho a tus piernas
Usas el último broche para ajustarlo. Lo más recomendable es utilizar el broche que te quede justo, pero sin apretarte.
Algo que debes tener presente al comprar tu brasier es que la copa quede pegada a tu piel. Debe ajustarse perfectamente porque de lo contrario te verás rara y existe la posibilidad de que se baje.
Utilizas prendas que pueden jalar tu bra. Las chicas con mucho busto deben asegurarse de que la prenda que usan no les quede apretada en la parte de arriba, porque si no el sostén se irá para abajo poco a poco.