Muchos animales en situación de calle deben soportar la falta de comida y afecto porque están destinados a sobrevivir con la indiferencia de la sociedad, pero la historia de "Bolinha" terminó siendo todo lo contrario porque era alimentada por las personas que transitaban por una conocida carretera, según comento su rescatista en Facebook.
Se trata de una pequeña peluda que fue tirada como un "juguete viejo" por sus dueños y adoptada por los propietarios de una vieja gasolinera ubicada al oeste de Brasil; sin embargo, ellos no se encargaban de atender sus necesidades médicas y la tenían en el sitio porque era una atracción debido a su forma.
La perrita sufría de obesidad porque siempre estaba comiendo las sobras de los comensales que llegaban al establecimiento para tanquear sus vehículos con combustible. Fueron varios meses siguiendo la misma rutina hasta que la cachorra no podía caminar porque llegó a pesar 40 kilos, generando burlas entre los presentes.
Su caso fue compartido en redes sociales, despertando el interés de animalistas luego de ponerse en contacto con la Organización de Protección Animal (OPA-MT), quienes se comprometieron a colaborar con "Bolinha" y pueda tener una vida normal al igual que los demás.
Tras llegar al lugar, la mascota recibió un baño y luego fue examinada por los especialistas para determinar que otras enfermedades y/o lesiones padecía, pero gracias a Dios solo debía combatir contra la obesidad. Para ello, iniciaron un plan de alimentación muy estricto y una rutina de ejercicios con el fin de eliminar esos kilos extras que cargaba, informaron a través de Facebook.
La evolución de la peluda fue impresionante, ya que aliviando la tensión de sus articulaciones mediante largas caminatas lograron que perdiera alrededor de 15 kilos en menos de un año, lo cual puso muy contento a los voluntarios de OPA-MT.
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El cambio de "Bolinha" se compartió en Facebook y desató una lluvia de reacciones y comentarios donde los cibernautas expresaron su agradecimiento con la Organización de Protección Animal por ayudar a un ser indefenso que solo era víctima de maltrato por culpa de todas las personas que se cruzaron en su camino.