Todos sabemos que los gatos necesitan su caja de arena. Es, evidentemente, el lugar en el que hacen sus necesidades, pero también es el lugar en el que marcan su territorio. Sabemos también que los gatos son famosos por ser muy limpios. Entonces, ¿por qué no usarían su arenero?
Los gatos se comunican con nosotros a través de acciones. Por ejemplo, echarse encima de nosotros y ronronear es una de sus formas de decirnos que está a gusto. Puede que maúllen rondando su plato para pedir comida. Pues, una de esas acciones comunicativas puede ser orinar fuera del arenero, como diciendo que algo le incomoda sobre donde está actualmente.
Sin embargo, no es normal que un gato vaya fuera del arenero. No es consecuente con sus instintos, y, si no lo está usando es por uno de varios motivos.
El primero que siempre hay que descartar es la salud. Hay que llevarlo a la veterinaria (especializada en felinos) y de ser posible hacer un análisis de orina. El equipo médico debería poder indicarte si la conducta es resultado de un malestar físico o solo comportamental.
Si es por comportamiento, puede que haya gatos ferales no esterilizados fuera de casa marcando el territorio. Al olerlos, tu gato puede querer competir. Como mencionábamos antes, el lugar donde orinan también marca su territorio. Para resolver eso, podrías intentar de hacer TNR.
También es importante la ubicación. Tiene que ser un lugar que forma parte de su territorio centra y habitual. Si tu casa tiene dos pisos y tu gato suele andar más en el primero, poner un arenero en el segundo piso sería un despropósito.
No hay que tener miedo de colocarlo en lugares comunes. Los gatos, más que privacidad, buscan seguridad. En la naturaleza, no son solo depredadores, sino presa. Ese es el motivo por el que suelen tapar su orina y sus heces, para que sus depredadores no los puedan ubicar y seguir.
Por eso, a veces, tenerlo al lado de repisas, esquinas de muebles o cosas que le bloqueen la visión podría ser incómodo para ellos porque es instintivo que miren a sus alrededores para asegurarse de que no hay peligro.
Tiene que estar en un sitio tranquilo, con una temperatura agradable y sin otros olores o sonidos fuertes que lo molesten. Los gatos tienen un olfato al menos 5 veces más agudo que nosotros y quizás el olor de un detergente o un ambientador que nos parece agradable a nosotros, les parezca a ellos muy irritante.
También, si es que está al costado de la lavadora, por ejemplo, que es un aparato bastante ruidoso, y está prendida, pueden estresarse y no querer usarlo en ese momento, ni después.
En hogares multi-gatos, puede haber un gato que sea un "bully" y sea posesivo de un arenero. O, si no, cuando los areneros son cerrados (con tapa) o están en lugares escondidos pueden, a manera de juego, emboscar al gato que esté saliendo de ahí, haciendo que lo asocie negativamente y no quiera volver a ir ahí.
Por lo anterior, la cantidad de areneros es fundamental. No debemos tener miedo a colocar más areneros. Si tu gato se orinó en la esquina de la sala al costado de la ventana, la primera solución es simple: colocar un arenero en la esquina de la sala al costado de la ventana. Puede ser que los otros lugares no le gusten tanto, o las formas o tamaño no sean de su agrado.
No hay que mover el arenero que ya tenemos a ese nuevo lugar, pues eso solo sería más estresante. Siempre es importante darles opciones y recordar que lo importante es lo que necesita tu gato, no la estética de tu casa. Si estás pensando en adoptar un gatito y no estás dispuesto a ceder en algunas cosas, quizás debas reconsiderarlo.
Si es que hemos descartado todo lo anterior y el caso es que tu gatito usaba su arenero con regularidad sin problemas y ha empezado de la nada a hacer fuera del arenero, se debe hacer un trabajo de detective. Hay que registrar qué pudo haber pasado ese día, a la hora que ocurrió el accidente. De igual manera, es importante ver qué pudo haber pasado contigo.
Si algo cambió en tu rutina, puede afectar a tu gatito también.
Lo que definitivamente es importante es tratar de abordar el problema rápido. Si no se hace, probablemente te estreses y tu gato también. El estrés no es una enfermedad en sí, pero es un inmunosupresor en los gatos y ellos suelen manifestar síntomas físicos cuando están estresados. Si no tuviese una infección urinaria, podría desarrollarla.
Además, si lo hace varias veces sin que se intente corregir, va a tomarlo como costumbre y va a ser más difícil que lo deje de hacer.