Dicen que los pequeños encuentran una "fuente de seguridad" en sus mascotas por la confianza que generan hasta que van creciendo, a partir de ese momento los animales saben a quién deben proteger de los peligros y/o accidentes. Lo mismo ocurrió con el hijo de Roberto Alejo Loera, quien publicó en Facebook el noble gesto del chico para cuidar la salud de su peludito.
Se trata de un menor de edad que estuvo ahorrando por varias semanas las propinas que recibía por su buen comportamiento para lograr vacunar y esterilizar a "Bailey", una cachorra de raza labrador que fue rescatada de un albergue para que disfrute la oportunidad de tener una familia.
Muchos saben que tener un perro o gato en casa demanda una gran responsabilidad, pero la perrita parece haber llegado a una vivienda donde todos saben los gastos que deben realizar, inclusive el último integrante pese a tener 10 años. Así que padre e hijo fueron a un centro veterinario para realizar una serie de exámenes, pero al momento de cancelar la cuenta ocurrió algo inesperado: el niño se ofreció a cancelar la cuenta.
La decisión causó mucha sorpresa en Alejandro, quien se negó al ofrecimiento, pero el pequeño no iba a cambiar de opinión porque era su mascota y quería asumir la responsabilidad con todo el dinero que juntó de las propinas obtenidas de su propio padre.
"Hoy al llevar a Bailey a su cita con el Veterinario mi hijo me sorprendió al darme este dinero, yo no lo sabía, pero desde que tiene a Bailey se ha puesto a ahorrar para sus vacunas y alimentos. Me dio ternura y le dije que se los quedara, pero me miro a los ojos y solo me dijo: 'Papá, este dinero es para esto'", publicó en Facebook.
"Debemos respetar el propósito de su esfuerzo. Este Pelao es mi Maestro", agregó Roberto Alejo Loera, adjuntando una fotografía de su primogénito mientras sostenía una bolsa llena de monedas.
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Tras la publicación en Facebook, las reacciones y comentarios empezaron a llegar donde resaltaban la madurez del niño por querer mantener a su mascota, quien no ha podido arribar a mejor lugar gracias a la gran responsabilidad y compromiso de sus dueños humanos.