El trabajo de las organizaciones animalistas ha sido fundamental para crear consciencia sobre estos seres vivos. Se ha avanzado mucho, con nuevas leyes de protección, maltrato y adopción. Es muy positivo, pero aún queda un largo camino por recorrer, lleno de personas con prejuicios, como la familia que quiso darle un hogar a un perro de nombre Dinki.
Es apenas un cachorro de 4 meses, con toda una vida por delante, de aprendizaje y amor. Pero nada de eso importó, ya que le hicieron exámenes de ADN y descubrieron que tenía un 25% de raza pitbull. De inmediato, sin pensarlo dos veces, lo devolvieron al albergue.
No estuvo ni un mes en la que sería su familia por siempre. Dinki fue adoptado el 1 de octubre, regresando a Home for Good Dog Rescue el 28 del mismo mes. Su familia adoptiva, de apenas pocos días, le hizo una prueba de ADN (vaya a saber Dios el porqué), descubriendo que tiene un 25% de American Staffordshire Terrier.
(Foto: Good Dog Rescue)
Esta raza carga con el prejuicio de ser violentos y agresivos. Esto debido a que muchas veces son utilizados para peleas clandestinas, siendo criados y entrenados para la violencia. Es una cruda realidad que ha marcado de por vida a esta especie.
En este caso no había nada de qué preocuparse, es un perro de apenas 4 meses de vida, con una leve descendencia y que de violencia no sabe absolutamente nada. Muy por el contrario, siempre ha destacado por ser amable, juguetón y amoroso.
Estos antecedentes no fueron tomados en cuenta por los que lo adoptaron.
"No hice nada malo, en cambio fui el cachorro perfecto, sin embargo, una vez que mi familia se dio cuenta de mi porcentaje de raza, insistieron en que no podían tener mi raza en su casa y mucho menos en su presencia", escribió el refugio en su Facebook.
Ahora está en busca de una nueva familia, que no lo discrimine por su origen, sino que lo valore por quién es y de cómo se proyecta en su futuro, teniendo en cuenta el tipo de crianza, lo cual es fundamental para el temperamento de la mascota. Tiene 4 meses y mucho por aprender, lejos de toda agresividad y maltrato.
(Foto: Good Dog Rescue)
Merece otra oportunidad, al igual que todos esos perros que han sufrido las consecuencias de pertenecer a esta raza. Son usados, alejados del amor y el cariño, pero siempre pueden volver a amar si las personas les brindan un chance en sus vidas.