No hay duda que los perritos son los seres más fieles en el mundo y aman a sus humanos incluso en la muerte. A continuación, te contaremos una historia conmovedora de can que espera todos los días a su dueña en el lugar que la vio por última vez, la iglesia de su funeral.
Tommy, es un perrito pastor alemán de 7 años, que vivía con María Margherita Lochi de 57 años, una mujer que lo había adoptado cuando el animalito estaba abandonado en campos cercanos a su casa y desde aquel momento lo amo hasta el último momento de su vida.
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La mujer era una amante de los animales y ya había adoptado varios gatos y perros, pero su relación con Tommy era especial, ambos era los mejores amigos, es más, a pesar de la muerte de su dueña el perrito siempre regresa al lugar en que la vio por última vez.
Resulta que la señora María iba todos los días a misa en la iglesia en San Donaci, cerca de Brindisi, Italia, junto a su perrito Tommy, quien la esperaba pacientemente a sus pies.
Tras la muerte de María, los familiares de la mujer decidieron realizar la misa en la iglesia donde Tommy se unió a los dolientes. Pero, desde entonces el perrito ha asistido regularmente a la iglesia cuando llegan las campanas para marcar el inicio de los servicios.
“Él está allí cada vez que celebró la misa y se porta muy bien; no hace ningún ruido, no he escuchado ningún ladrido de él en todo el tiempo que ha estado llegando”, dijo el padre.
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“Solía venir a misa con María y obviamente estaba dedicado a ella. Lo dejé quedarse adentro porque siempre se portó muy bien y ninguno de los otros feligreses se quejó conmigo”, contó el sacerdote del lugar.
“Todavía viene a misa incluso después del funeral de María, espera pacientemente al lado del altar y se sienta allí en silencio. No tuve el corazón para echarlo. Hace poco perdí mi propio perro, así que lo dejo allí hasta que termine la misa y luego lo dejo salir”.
Al poco tiempo, Tommy fue adoptado por una familia que lo quería mucho. Pero, lamentablemente, un día, el perrito sufrió un paro cardíaco mientras dormía y falleció. Esto dejó devastada a quienes lo querían, los asistentes de la iglesia que sabían sobre su historia y la familia que lo había adoptado.