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24 Jul 2019 | 17:01 h

Miraflores: más de un centenar de gatos son antiestrés de los turistas en el parque Kennedy

Acariciar a los gatos y pasar tiempo con ellos disminuye el estrés en las personas. ¡Estos animales son increíbles!

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    Los gatos son los animales más buscados del parque central de Miraflores, el distrito turístico de Lima, en estos apremiantes tiempos en los que los humanos caminan con la cabeza gacha mirando el celular.

    Más de un centenar de felinos viven en los 22.000 metros cuadrados del parque, que se ha convertido en referente de los amantes de los gatos.

    No es extraño hallar a cualquier hora del día a personas de todas las edades sentadas con un gato sobre su regazo. Los hay de colores y pelajes variopintos. Son callejeros y conocen los riesgos de la naturaleza.

    Su ronroneo compensa los masajes que recibe. Y las caricias son el mejor relajante para quienes las prodigan.

    "Yo me quedo con los gatos diariamente de dos a tres horas, si no vengo por las mañanas vengo por las tardes", dice a la AFP, Hugo Brousset, mientras desliza suavemente su mano sobre la cabeza de uno de ellos.

    Como todo felino que se respete, estos controlan totalmente la situación. Así como se adueñaron del parque central, dominan la voluntad de los humanos. El desprecio o el flechazo es automático con quienes se acerquen.  

    Arropados por las autoridades ediles, los gatos están protegidos por un grupo de voluntarios que los alimentan y curan en caso de enfermedad.

    "Los turistas adoran a los gatos, todo el mundo se sienta a leer sus revistas, su libro, leyendo con su gato en la falda porque es relajante, porque los gatos son antiestrés", asegura Natalie Sánchez, presidente del grupo voluntario de defensa de los animales del parque Kennedy, que integra el parque central de Miraflores.

    Los gatos se adueñaron del parque desde que en 1990 la municipalidad de Miraflores los llevó para erradicar una plaga de ratas. Una vez cumplida la misión, fue imposible desmovilizarlos.

    Emmanuelle Gay, una estudiante francesa, resume su "coup de foudre" con los gatos así: "Todo el mundo viene para ver a los gatos, así que todo el mundo esté feliz de verlos".

    No serán tantos como los que ocupan los lugares públicos de Roma, pero los gatos del parque central son parte ya del paisaje cotidiano de una de las mayores áreas verdes de la capital peruana.