Este domingo 17 de julio se celebra el Día del Pollo a la Brasa, una fecha muy esperada por todos los peruanos debido a la grandes ofertas y descuentos que ofrecen las grandes cadenas de comida. El plato "icónico" del Perú es altamente consumido a nivel nacional, según la Asociación Peruana de Avicultura.
Al respecto, señalan que al año se destinan más de 158 millones de pollos para la preparación del pollo a la brasa, lo que equivale al 20% de producción anual en el sector avícola. El delicioso plato acompañado con papas y ensalada fresca se convirtió en el preferido de los hogares, por ello es importante conocer cuándo un pollo es fresco o estuvo congelado por un buen tiempo antes de su preparación.
Greace Advíncula, chef corporativa del Restaurante La Leña, brinda ciertos detalles sobre el pollo fresco y congelado. Asimismo, especifica cómo se pueden diferenciar a través de tres factores importantes en la cocina peruana.
“Los pollos del día o pollos frescos con los que trabajamos diariamente. Se distinguen no solo por su sabor, sino también porque son más jugosos y crujientes, teniendo una calidad superior a un pollo congelado. Sumado a ello, la cocción a leña lo hace más nutritivo, pues la absorción de grasa bajo este fuego es mayor”, mencionó.
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La chef corporativa del Restaurante La Leña brindó diversos tips para identificar si aquella deliciosa presa es del día o es congelada. Si deseas comer el rico plato nacional en su día, deberás tener en cuenta lo siguiente:
1.- Textura del pollo: cuando tengas el plato del pollo a la brasa deberás observar atentamente para conocer si se trata de un pollo del día o congelado. Es fácil identificarlo debido a esa textura jugosa y ligera, además, no deberá estar opaco y la piel no deberá deshacerse. Todo lo contrario, aquella presa deberá estar fresca y con un color adecuado, el cual se identificará de manera rápida. Cuando un pollo ha sido congelado pueden aparecer marcas de quemadura por el frío.
2.- Color del hueso: este aspecto es muy importante debido a que el hueso congelado suele ser negro o morado, lo cual es generado por el proceso de refrigeración. En cambio, si el hueso es color blanco y no presenta manchas, significa que es del día.
3.- Olor del pollo: aunque la mayoría de los pollos a la brasa tienen un olor delicioso y apetitoso, existen ciertas presas que tienen un aroma distinto. El pollo congelado suele emitir olores entre huevo podrido o sulfuro, ello debido a que ha sido congelado por mucho tiempo. Por otro lado, un pollo fresco con cocción 100% a leña tiene un aroma de ahumado a leño con un sabor único y especial, un olor sabroso.
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El pollo a la brasa puede tener una gran cantidad de calorías debido al uso constante del aceite y la forma de preparación. Asimismo, muchos peruanos lo acompañan de arroz chaufa o un gran número de cremas, logrando que sus beneficios disminuyan.
Sin embargo, existen ciertos caminos donde el pollo se convierte en el aliado perfecto debido a las proteínas que brinda. Wapa tiene para ti cuáles son los beneficios de comer un rico pollo a la brasa fresco:
1.- Puede ser bajo en grasa: la mayor parte de la grasa del pollo se encuentra en la piel, en aquel pellejito crujiente y delicioso que se convierte en irresistible para los peruanos. En caso desees reducir la cantidad de calorías y aumentar sus beneficios, deberás retirarla y consumir solo la carne.
2.- El pollo a la brasa puede es nutritivo: ese rico plato de pollo a la brasa con sus papas fritas es una fuente de energía importante debido a la cantidad de proteínas, lípidos y fósforo que contiene. Sus componentes son esenciales debido a que nutren a los dientes y huesos. Además, ayuda a reforzar el sistema inmune.