¿Quieres probar algo distinto para brindar este año? Te proponemos cinco cocteles fáciles de hacer con los espumantes más conocidos que hay en el mercado: desde el elegante y sofisticado Champán, hasta el casual y divertido Prosecco.
Es uno de los clásicos de todos los tiempos. Su primera aparición en un recetario data de mediados del siglo XVIII, en la época de oro de la coctelería en Estados Unidos. Era el típico coctel para las clases altas de California o Nueva York, ya que el costo del Champán fácilmente triplicaba el de cualquier otra bebida. Es un cocktail perfecto como aperitivo de medio día, con un sol intenso y la promesa de un chapuzón. El secreto: dejar que el azúcar se disuelva poco a poco en el fondo de la copa.
Champagne
½ cucharadita de azúcar blanca
1 o 2 dashes de amargo de Angostura
Cáscara de naranja o limón
Hielo quebrado
En una copa larga de Champagne, agrega el hielo, el azúcar y el amargo de Angostura. Completa con el espumante —puede ser Brut, Sec o Demi Sec, dependiendo del dulzor quieras— y termina con un twist de la cáscara del cítrico.
Uno de los cocteles más antiguos aún vigentes: fresco, elegante y muy fácil de hacer.
Lo que empezó siendo un error en la barra del Bar Basso (Milán, Italia, 1972), hoy es un clásico. Todo empezó porque el barman Mirko Stocchetto tomó por error una botella de un vino espumante en vez de gin, y dio origen a una de las versiones del Negroni más famosas del mundo. Para quienes gustan de algo menos fuerte y más divertido.
1 onza de vermouth rosso
1 onza de Campari
1 onza de espumante
Hielo sólido
Twist de naranja
En un vaso Old Fashioned —el de whisky— agrega unos cuantos hielos grandes y sólidos. Enfría y agrega el vermouth, el Campari y deja el espumante para el final. Termina con un twist de naranja. El grado de dulzor de este coctel dependerá del espumante que uses, que puede ser incluso Cava.
Sbagliato significa equivocado en italiano: un error feliz.
Un coctel que está muy de moda últimamente, porque es simple, fácil de hacer, súper refrescante y muy casual. Y a diferencia de otros cocteles con espumantes, que pueden aceptar algún reemplazo, este coctel pide Prosecco, porque el Aperol ya es lo suficientemente amargo. No, no es un trago dulce, pero sí muy refrescante.
Aperol
Prosecco
Dash de agua con gas
Hielo
½ rodaja de naranja de mesa
Llena una copa de vino con hielo. Ahora, en vez de usar onzas como medida, calcula iguales cantidades de Aperol que de Prosecco, y termina con un dash de agua con gas. Como decoración: media rodaja de naranja.
El nuevo coctel del verano. Calcula que de cada botella de prosecco salen unos 5-6 cocteles.
Para quienes gustan de un sabor o sensación más seca, este coctel tiene frescura, elegancia y es menos dulce que su pariente con azúcar, debido al uso de crema de Cassis. Su nombre proviene del alcalde de la ciudad de Dijon, Francia, donde se inventó este coctel en 1904: Felix Kir. Originalmente se hizo con un vino blanco de la región, pero con el tiempo se reemplazó con el espumante de la región.
Champagne
¾ de onza de Kir
Twist de cítrico
En una copa larga de espumante, vierte la crema de Cassis y completa con el espumante bien frío, y termina con unos frutos rojos. En caso no tengas crema de Cassis, puedes usar Grand Marnier y, en ese caso, tendrás un Grand Royal.
Para este coctel es clave usar un espumante bien frío.
Otro clásico italiano. Este coctel es tan popular en la ciudad de los canales que desde hace varios años lo venden embotellado en bodegas de ese país. El original, sin embargo, lo siguen preparando en el Harry’s Bar, un bar de culto que era frecuentado por Hemingway y Orson Wells. Tiene la gran ventaja de que no es muy alcohólico.
Prosecco
Pulpa de durazno fría
En una copa flauta bien fría, agrega la pulpa de durazno (1/5 parte de la copa) y completa con el Prosecco. Si no puedes conseguir pulpa de durazno, puedes usar los duraznos al jugo licuados, pero el resultado es mucho más dulce.
El secreto de un buen Bellini es tener la pulpa y el espumantes, e incluso la copa, bien fríos.
Prueba estos cinco cocteles clásicos y varía un poco tu dieta líquida. Porque el verano no tiene que saber siempre igual.
Con información de Buenazo