Aunque parece un hábito inofensivo, cargar el celular durante la noche podría tener consecuencias inesperadas para tu dispositivo, tu seguridad y tu bienestar. Expertos explican por qué es importante replantear esta práctica.
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Conectar el celular antes de dormir y dejarlo cargando hasta la mañana siguiente es una costumbre común. Sin embargo, los expertos advierten que esta práctica puede afectar tanto la vida útil del dispositivo como la seguridad del usuario.
Mantener el teléfono enchufado durante largas horas genera un estrés innecesario en la batería, reduciendo su capacidad con el tiempo. Aunque los modelos más recientes incluyen sistemas que regulan la carga, los dispositivos más antiguos o los que usan cargadores genéricos son más propensos a sufrir sobrecalentamiento y fallos prematuros.
Dejar el celular sobre superficies blandas, como la cama o el sofá, mientras está cargado, puede generar acumulación de calor y aumentar el riesgo de incendio. Además, los cargadores de baja calidad o en mal estado pueden provocar cortocircuitos y generar peligros inesperados.
Tener el celular cerca mientras se carga no solo afecta la batería, sino también la calidad del sueño. La exposición constante a la luz azul de la pantalla altera la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el descanso, dificultando conciliar el sueño y afectando la recuperación nocturna.
Los especialistas recomiendan enchufarlo en horarios en los que pueda ser supervisado, evitar el uso de cargadores sin certificados y mantenerlo alejado de superficies inflamables. Pequeños cambios en la rutina pueden hacer una gran diferencia en la seguridad y el rendimiento del dispositivo.