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31 Oct 2024 | 10:03 h

Sin jabón ni detergente: limpia tus lentes con estos 2 simples ingredientes de cocina

Aprende estos sencillos pasos para que tus anteojos luzcan como nuevos.

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    La solución perfecta para tener lentes limpios.

    Es fundamental cuidar nuestros lentes, no solo por cuestiones de higiene, sino también para asegurar una visión clara y prolongar su vida útil. Con el tiempo, es normal que los cristales acumulen huellas dactilares, polvo e incluso rayas, lo que puede afectar significativamente la claridad de la vista.

    Para ayudar a combatir este problema, existe un sencillo truco que utiliza solo dos ingredientes de cocina: bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Esta combinación no solo es efectiva, sino que también es accesible y económica.

    Pasos para preparar la solución:

    • Preparación de la Solución: Mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con una cucharada de vinagre blanco en un recipiente. La mezcla comenzará a burbujear; espera a que se detenga antes de continuar.
    • Aplicación: Con un paño suave y limpio, aplica la mezcla sobre las lentes. Evita el uso de materiales ásperos que puedan rayar los cristales.
    • Enjuague: Enjuaga los lentes con agua tibia para eliminar cualquier residuo de la mezcla.
    • Secado: Seca las lentes con un paño de microfibra para evitar marcas y asegurar un acabado brillante.

    Cómo limpiar los lentes: paso a paso

    Aplicación de la solución: Emplea un paño limpio y delicado, preferiblemente de microfibra o sin pelusa. Sumerge el paño en la mezcla de vinagre y bicarbonato y exprime el exceso de líquido.

    Desinfección de los cristales: Con movimientos suaves y circulares, aplica la mezcla sobre la superficie de los cristales. Procura no presionar demasiado para evitar dañar los lentes, especialmente si cuentan con recubrimientos antirreflejantes o de protección UV.

    Enjuague con agua tibia: Una vez que hayas finalizado la limpieza de los cristales con la mezcla, enjuágalos bajo un chorro suave de agua tibia. Asegúrate de eliminar todo rastro de la solución limpiadora.

    Secado: Tras enjuagar los lentes, utiliza otro paño limpio y seco para secarlos. Evita usar toallas de papel o materiales que puedan dejar residuos o causar nuevas rayas.