El contacto visual es una de las maneras más efectivas para interpretar el lenguaje no verbal, por lo que es importante mantenerse alerta.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl contacto visual es una de las formas más influyentes de comunicación no verbal, y su rol en las interacciones humanas es crucial. A través de nuestra mirada, podemos mostrar estados emocionales como cansancio, tristeza, alegría, enojo o afecto. Los ojos suelen revelar más rápidamente nuestras verdaderas emociones que las palabras, y pueden indicar si estamos interesados o en desacuerdo.
La duración, la intensidad y el movimiento de los ojos ofrecen muchas pistas sobre el mensaje que se está transmitiendo, como menciona el portal Psicólogos en Málaga. Sin embargo, para algunas personas, mantener el contacto visual puede ser un desafío, lo que puede deteriorar la calidad de la comunicación.
Aunque no existe un estudio específico que explique por qué algunas personas tienen dificultades para mantener el contacto visual, se sabe que esto está estrechamente relacionado con la intención y la personalidad de cada individuo.
La comunicación es inevitable; nuestros ojos transmiten mensajes y también captan información cuando observan. Una mirada evasiva o errática puede generar una percepción negativa del mensaje y transmitir una energía no deseada.
Las personas introvertidas o tímidas a menudo evitan el contacto visual debido a una falta de confianza en sí mismas. Este comportamiento se intensifica cuando están en presencia de individuos con personalidades dominantes o extrovertidas, lo que las hace sentir incómodas o intimidadas. En estos casos, la timidez actúa como una defensa que protege al individuo de posibles juicios o rechazos.
La evasión del contacto visual también es común en quienes sufren de ansiedad social. Estas personas tienden a desviar la mirada para reducir el riesgo de ser evaluadas negativamente por los demás.
Esta angustia está vinculada al miedo al juicio externo, lo que las lleva a evitar situaciones que puedan causar incomodidad o vergüenza, como mantener la mirada. La inseguridad sobre su propia imagen o cómo son percibidas por los demás puede hacer que prefieran apartar la vista para protegerse emocionalmente.