Coco Rossini, hijo del actor cómico Guillermo, confirmó la partida del ícono cuyo legado en radio y TV marcó más de seis décadas del humor peruano.
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Guillermo Rossini, figura emblemática del humor y la imitación en el Perú, falleció a los 93 años, noticia confirmada por su hijo Coco Rossini a través de redes sociales. Su partida, ocurrida poco después de su cumpleaños, marca el final de una de las trayectorias más influyentes de la radio y la televisión nacional.
Recordado por su ingenio y su presencia en espacios como “Los Chistosos” y “Risas y salsa”, el querido comediante deja un legado que marcó a varias generaciones.
El Perú se despide hoy de uno de los artistas más importantes de la comicidad nacional. Guillermo Rossini, figura esencial de la radio y la televisión, murió a los 93 años. Su hijo anunció la noticia en Instagram con un mensaje emotivo.
“Mi ángel, ahora vuela muy alto. Te recordaremos con amor... Y la risa llegó al cielo. Te amo, papi”. De inmediato, artistas y público expresaron su pesar, resaltando a Rossini como un referente del humor y una voz inigualable en los medios.
Asimismo, Coco Rossini publicó en su cuenta imágenes del último cumpleaños de su padre, donde el comediante aparece sonriente junto a él y su mascota.
El recordado comediante peruano afrontó en sus últimos años una afección cardíaca que requirió atención constante en el Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) de EsSalud. En 2019 fue sometido a una angioplastía periférica, un procedimiento por cateterismo en el que se colocó un stent para mejorar la circulación en una de sus piernas.
Desde entonces asistía con frecuencia a terapias de rehabilitación cardiaca, acompañadas de orientación nutricional y rutinas para fortalecer su movilidad. Estos cuidados marcaron su etapa final, en la que Rossini, retirado desde 2021, expresaba gratitud por el cariño del público y la satisfacción de haber cumplido sus metas.
Nacido en Lima el 3 de septiembre de 1932, Guillermo Rossini González mostró desde niño interés por las artes escénicas, aunque en su juventud tomó rumbos profesionales distintos. Tras culminar sus estudios, trabajó como visitador médico y más adelante se desempeñó como jefe de Relaciones Públicas en un laboratorio farmacéutico.
Pese a ello, su verdadera vocación lo condujo finalmente al mundo del espectáculo, primero en los escenarios y luego en la radio y la televisión. Su carrera artística despegó en los años 60 gracias a Augusto Ferrando, quien lo invitó a un concurso televisivo que ganó entre numerosos participantes.