Karen Schwarz y Cathy Saénz también denuncian a Rodrigo González
Rodrigo González anunció en su Instagram que además de Tilsa Lozano y Susana Umbert, las conductoras también lo denunciaron por violencia contra la mujer.
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No es el mejor momento. El último lunes en la noche, a través de sus historias de Instagram, Rodrigo González ‘Peluchín’ mostró la carta notarial que Tilsa Lozano le envió, donde la modelo pedían garantías para su vida.
“Acabo de llegar a mi casa y esto les tengo que contar. En resumidas cuentas, Tilsa Marcela Lozano Sibila ha solicitado garantías personales porque dice que desde hace algún tiempo el denunciado Rodrigo González Lupis viene acosándome, difamándome, insultándome, humillándome a través de su red social", leyó ‘Peluchín’ en su Instagram.
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Luego de unas horas, el conductor de espectáculos reveló que no es la única denuncia que ha recibido, pues Susana Umbert, productora de Latina también le interpuso una demanda por violencia contra la mujer.
A los pocos minutos, publicó que tenía que enfrentar dos denuncias más por violencia contra la mujer, esta vez interpuestas por las conductoras de ‘Mujeres al mando’: Karen Schwarz y Cathy Sáenz.
En la primera historia de Instagram, se puede leer la denuncia de Susana Umbert, en el que señala que la productora de Latina afirma que se siente víctima de violencia por parte del conductor de espectáculos, pues él en la plataforma de entretenimiento se refiere a ella como ‘La mata programas’.
Karen Schwarz también lo denunció y ella menciona que: “Rodrigo González la insulta diciéndole ‘mosca muerta, ridícula’, desde el año 2015 hasta el 2018, y posteriormente por redes sociales que rebotan en todos los medios”.
En esa misma carta notarial, la conductora de “Mujeres al mando” también le dice que denigra a su esposo Ezio Oliva y a su menor hija.
Y la última de las cuatro denuncias fue la de Cathy Sáenz, donde ella manifiesta que estos ataques comenzaron en 2013 y esa es la razón por la que en el 2015 le interpuso una querella por difamación agravada y fue sentenciado. Sin embargo, el “acoso cibernético” continúo y la agrede al llamarla ‘chusca’.