El IGP ha investigado posibles zonas donde podría producirse un fuerte terremoto 8.8 grados en Lima. Conoce más detalles de este pronóstico.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn un futuro cercano, se espera un terremoto significativo en Perú debido a la tensión acumulada por la interacción entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamérica a lo largo de la costa peruana. Esta zona ha estado acumulando energía sin liberarse desde el devastador sismo de 1746, que tuvo una magnitud de 8.8. Conoce los posibles epicentros que el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ya advirtió.
Por este motivo, el IGP ha anticipado la posibilidad de que un terremoto de magnitud comparable podría ocurrir en la costa peruana. A pesar de que la fecha exacta del sismo sigue siendo incierta, esta entidad ha empleado tecnología avanzada para recopilar información detallada sobre la zona probable de su ocurrencia, la forma en que se sentiría en la superficie y las posibles consecuencias de este fenómeno.
En la costa peruana hay zonas donde las placas tectónicas interactúan, y algunas de estas áreas son más propensas a sufrir un sismo de gran magnitud. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), la región más susceptible a un evento devastador se sitúa entre las regiones de Ica y Lima, especialmente en el tramo que va desde Pisco hasta Huacho.
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), un terremoto de magnitud 8.8 en la provincia de Lima generaría un movimiento del suelo que superaría los 500 cm/s² en Lima Metropolitana, entre 700 y 900 cm/s² en el Callao, y hasta 1.100 cm/s² en Ventanilla.
Para contextualizar estos valores, durante el terremoto de Pisco en 2007, los suelos de la ciudad de Ica alcanzaron un valor máximo promedio de 400 cm/s², mientras que en Lima el movimiento registrado fue de 80 cm/s².
De acuerdo con el informe más reciente del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), publicado en diciembre de 2020, un terremoto de magnitud 8.8 expondría aproximadamente al 76% de la población de Lima y Callao a un riesgo muy elevado. Según este análisis, unas siete millones de personas podrían verse gravemente afectadas.