Un hombre nacido de una violación ayudó a su madre a atrapar a los sujetos que la ultrajaron hace 30 años, contribuyendo así a que comparezcan ante la justicia.
La mujer, residente del estado de Uttar Predesh (India), fue agredida sexualmente durante seis meses cuando ella tenía 12 años de edad.
Producto de este hecho, nació su hijo, quien fue dado en adopción y retornado a su familia después de 13 años, y ya adulto alentó a denunciar a sus violadores: dos hermanos a los que perdió el rastro hace mucho.
Tras una intensa investigación, la Policía detuvo a los dos acusados. "El incidente es muy antiguo, pero las heridas que causó aún no han cicatrizado", le dijo la mujer a la BBC.
Las violaciones ocurrieron en 1994, en una ciudad llamada Shahjahanpur. Los procesados responden al nombre de Mohammed Razi y Naqi Hasan.
Ellos vivían en el barrio de la mujer y para cometer el delito solo saltaban un muro que delimitaba con la casa de ella.
Debido a la agresión sexual, la mujer quedó embarazada y, aunque pensó en abortarlo, no pudo por su frágil estado de salud.
Tras el nacimiento, el pequeño fue dado en adopción. “Sufrí mucho por este niño, pero ni siquiera tuve la oportunidad de ver su rostro”, contó.
Frente a una posible represalia, la familia de la víctima evitó formalizar la denuncia. “Amenazaron con matar a mi familia y prender fuego a nuestra casa”, revelaron.
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Debido a este hostil panorama, se mudó a otro distrito. En 2000, la mujer se casó y tuvo un segundo hijo. Sin embargo, años después, su esposo la echó de la casa.
En tanto, su primer hijo también enfrentó discriminación. A los 13 años, sus padres adoptivos lo entregaron a su madre biológica.
Cuando se enteró de la verdad, su hijo fue su mayor apoyo y la motivó a “dar una lección”. “Si hablas sobre lo que pasó, tal vez más personas lo hagan”, le dijo.
En 2020, la víctima volvió a Shahjahanpur y, aunque enfrentó una serie de impedimentos para materializar la demanda, puesto que había pasado tres décadas de ocurrido el delito, halló un abogado dispuesto a sacar adelante su caso.
Así, en 2021, se inició el juicio y la primera barrera que debían superar era saber si las personas que acusaban todavía estaban con vida.
Con valentía, la mujer llamó a uno de ellos. Sorprendido, el sujeto le preguntó por qué no estaba muerta, a lo que ella respondió: “Ahora es tu turno de morir”.
El otro paso era aportar evidencia de que había ocurrido una violación, por lo que procedieron a someter a su primer hijo a una prueba de ADN.
El resultado salió a la luz: coincidencia con la muestra de ADN del agresor. Tras ello, se ordenó la captura de ambos, aunque solo uno enfrenta cargos debido a las contundentes pruebas en su contra.