La historia de Thompson Vitor es una de superación que debería servirnos de ejemplo. Él proviene de una familia de recolectores de basura y logró pasar el exámen del curso multimedia en el Instituto Federal del Río Grande del Norte (IFRN). A pesar de contar con recursos limitados.
El joven es uno de los tantos niños que no tienen el acceso a estudios y/o material de para poder. Thompson se levantaba a las 5:30 de la mañana y montado en bicicleta recorría 6 km hasta el colegio, hasta el colegio Rosemary en la comunidad de Paço da Patria, en Natal, Brasil. Eso no es todo, luego de las clases estudiaba por la tarde y leía los libros que su madre recuperaba de la basura.
Doña Rosangela, la madre de Vitor, dice que guardaba los libros que encontraba y así fomentó el gusto por la lectura de su pequeño.
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Los planes que se hacen pueden hacerse realidad con la suficiente antelación en los planes y la concentración necesaria. Es por eso que el trabajo duro es el primer paso para superar los obstáculos que aparecen. Es bueno saber que el joven logró sobresalir a pesar de la escasez de recursos.
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Además, no sólo es mérito de él, sino también de su madre, quién vio en esos libros, la posibilidad del futuro para su hijo. Después de todo, como dice el dicho, la basura de otros puede ser el tesoro de algunos.