El Ministerio de Salud declaró a inicios de año que 51 playas de Lima no se encuentran aptas para los bañistas por ser peligrosas para la salud. El principal indicador es la contaminación que originan las mismas personas cuando arrojan desperdicios y basura en la arena. Por esa razón empresas particulares y organizaciones se unieron y lanzaron una campaña de responsabilidad social ambiental llamada, “Un verano mejor para una vida mejor”, con la finalidad de concientizar a los veraneantes sobre el cuidado y mantenimiento de nuestras playas.
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AFP Habitat, lanza por segundo año consecutivo su campaña de responsabilidad social, junto a la ONG Ciudad Saludable han colocado una red de 18 contenedores en 6 playas del Sur Chico: San Pedro y La Isla en Lurin, Playa Blanca, Playa Negra, El Silencio y Señoritas en Punta Hermosa. Con el que se busca generar un hábito de conciencia y respeto por nuestro medio ambiente.
Para Vanessa Vidal, subgerente de Marketing de AFP Habitat , el éxito de la campaña residirá en el buen ejemplo de los mismos veraneantes y en difundir la importancia de mantener limpias las playas. “Nos hemos apoyado en figuras representativas del surf peruano como Miguel Tudela, Vania Torres y Gabriel Villarán para difundir la campaña, puesto que, al igual que nosotros, están comprometidos con el cuidado de nuestro medio ambiente y comprenden que el cuidado de las playas depende de todos nosotros. Nos hemos unido para mantener las playas limpias: reduciendo, reciclando y reutilizando la basura. Estamos contentos de ver como los veraneantes han respondido de manera positiva a este movimiento, a la fecha ya hemos recogido más de 21 toneladas de desperdicios”.
La ONG Ciudad Saludable se encarga de capacitar a personas para hacer la labor de recicladores. Se les enseña cómo reciclar y recolectar, además se les entrega el equipo y los materiales para llevar a cabo la tarea. Donde el material reciclable es transformado en nuevos productos y así se produce el reingreso de estos al mercado iniciando un ciclo virtuoso.
El verano pasado, la campaña logró superar ampliamente la meta inicial de recolección de 20 toneladas. “El verano pasado planteamos la campaña con el objetivo de validar una hipótesis optimista: con una buena señalización, las personas responden de manera positiva a todo movimiento que busque crear conciencia por cuidar y mantener limpias las playas. Nos enorgullece afirmar que validamos la hipótesis. Tras Semana Santa se logró recolectar 60 toneladas”, agregó Vanessa Vidal.