¿Qué tipo de alimentación debe seguir un paciente contagiado de COVID-19?

Tras la pandemia de la COVID-19 en el Perú, más de un millón 853 mil 370 personas han sido diagnosticadas con el nuevo coronavirus y casi dos millones de personas han vencido la enfermedad viral, según la información compartida por el Ministerio de Salud.

En ese sentido, la nutricionista Tania Alfaro Garrama, de la Clínica Internacional, revela a Wapa.pe la importancia del rol que tiene una alimentación saludable dentro del proceso de recuperación de pacientes que han arrojado positivo a la COVID-19 en el país.

Asimismo, la nutricionista clínica de Nutribell explica que los pacientes con coronavirus se pueden clasificar en cuatro tipos: Infectados asintomáticos, pacientes sintomáticos domiciliarios sin oxígeno y con una saturación menor a 95, pacientes hospitalizados compensados con oxígeno y pacientes internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ventilación mecánica.

"Voy a enfocarme en los pacientes sintomáticos y los pacientes sintomáticos domiciliarios. Los pacientes hospitalizados con ventilación mecánica serán manejados de forma distinta donde la nutrición enteral debe ser iniciada en forma temprana; es decir, 24 a 36 horas de la admisión o dentro de las primeras 12 horas posteriores a la conexión de ventilación mecánica", mencionó Alfaro Gamarra.

Además, la experta aseguró que la nutrición enteral temprana ha demostrado reducir la incidencia de complicaciones infecciosas. También, el proceso de asesoría nutricional consta de la evaluación, diagnóstico, prescripción y monitoreo del paciente con coronavirus.

"En la evaluación se recoge la información necesaria para el diagnóstico. Además, debemos tener el diagnóstico médico, ya que las personas mayores y pacientes con comorbilidades como hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares son un grupo en particular de riesgo y que pueden desarrollar complicaciones", añadió.

Del mismo modo, la experta manifestó que cuando un especialista tiene el diagnóstico nutricional, podrá realizar un plan de alimentación para garantizar el aporte adecuado de macronutrientes y micronutrientes, lo cual permitirá reforzar el sistema inmune de paciente con COVID-19 y lograr su pronta recuperación.

"Las personas infectadas sin síntomas o asintomáticas casi no presentan cambios en su patrón alimentario. En cambio, las personas infectadas con síntomas como fiebre, náuseas, vómitos y diarrea, presentan reducción de la ingesta alimentaria", recalcó Tania Alfaro.

Tener una buena hidratación es importante en el proceso de recuperación de un paciente COVID-19, pues compensará la pérdida de líquidos y minerales que se da cuando la persona contagiada tiene sudoración, fiebre y diarrea.

"Se sugiere de 8 o a 10 vasos al día aunque el paciente no tenga la sensación de sed. La hidratación se puede combinar con caldos o jugos de rutas naturales sin azúcar", aconsejó la nutricionista Alfaro.

En caso el paciente presente dolor de garganta, fiebre o falta de apetito, se deben preparar comida de fácil consumo como purés o crema de verduras con pollo y pescado.

"Se les puede dar gelatina sin azúcar o mazamorra de frutas bajo azúcar e infusiones. Si hay problemas de diarrea, iniciar una dieta blanda y sin residuo, que sea fácil digestión y en pequeñas cantidades. Cuando el paciente ya se sienta mejor, iniciar la dieta completa", remarcó.

Finalmente, Alfaro Gamarra pidió incrementar el consumo de lácteos descremados como fuente de calcio, frutas y verduras para fortalecer el sistema inmunológico.

Son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019.

En medicina, es un término para describir el aislamiento de personas o animales durante un período de tiempo no específico como método para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad, o una plaga.