El street style ha caído esta temporada en el chaleco acolchado que luce Marina Mora

Una pieza forrada de plumas es la nueva moda que impone Marina Mora para este clima otoñal que cada día nos sorprende con bajas temperaturas. Si estamos cansados de las clásicas casacas y las tradicionales chompas, esta es la pieza ideal que podemos combinar con nuestros pantalones, y por qué no, con las faldas favoritas de nuestro armario.

Podríamos hablar de esta pieza de vestir como un buen resumen de las tendencias de los últimos tres años que ha ido evolucionando en cuanto a diseños y texturas. Por un lado, tendríamos el retorno del chaleco en todo su esplendor, desde aquel de punto rescatado del armario 'preppy' al complemento de los chalecos que completaban los trajes de sastrería a lo Savile Row, que también se han dejado ver durante los Fashion Weeks.

Incluso de una manera más residual, los chalecos multibolsillos de pescador causaron furor este año que hemos buscado prendas multiusos para sentirnos cómodas pero abrigadas a la vez, tal y como luce Marina Mora combinándolo con un jean azul ajustado y unas botas de piel con pasadores que son la sensación en cuanto a calzado se refiere.

Desde el 2020, tenemos el revival de las prendas acolchadas, tan destacable en las colecciones de otoño y todavía con alguna reminiscencia en 2021 gracias a propuestas como la de Fendi. Las versiones también abarcan mayores proporciones, en colores como el khaki o el beige y superpuesto a vestidos de punto de manga larga o sobre chaquetas y pantalones a contraste, visto durante la Semana de la Moda en Londres estos días.

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En el street style, una de las que se ha sumado a llevar esta pieza es Emili Sindlev, en un total look en verde menta compuesto por un vestido camisero y un chaleco corto a juego, combinado con un bolso de Gucci y las botas dark de la temporada. Doina Ciobanu cambia el concepto de plumas por apostar por otro tipo de chaleco acolchado, más sostenible: el cuero vegano de Nanushka resulta inconfundible.

El chaleco es una prenda que se impuso desde una de esas imborrables escenas presentes en el imaginario colectivo, Michael J. Fox aterrizaba en los años 50 enfundado en un chaleco de plumas que provocó la burla de quienes lo vieron: para ellos, Martin McFly llevaba un salvavidas, y no un abrigo que vestir por encima de otras prendas como la chaqueta vaquera.

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Aquel icónico momento (el álgido para esta pieza en el cine) se ha trasladado a las semanas de la moda para deleitarnos con uno de los invitados del armario más inesperados de 2021. En un artículo de la semiótica de esta prenda, El País Semanal (diario de España) bocetaba todo un universo en el que esta prenda tenía cabida ("chalé en las afueras, el SUV y el gin-tonic hortofrutícola", recogía Carmen Mañana). Su naturaleza guateada y su porte conservador también se podría vincular a aquellas prendas firmadas por la marca Husky que se convirtieron en las favoritas de la familia real británica para andar por el campo. No era raro ver a Isabel II o a su hijo, el príncipe Andrés, vestidos con piezas que ideó Steve Guylas en 1965.

Según la revista Vogue de España, el chaleco al que regresa el street style no pasa tanto por el ligero, sino más bien por un plumífero que culmina todos los looks como una guinda de tamaño XXL más similar al 'salvavidas' de Martin McFly.

Una prenda que, sin embargo, tampoco escapa de la sombra de la derecha. En una nueva hoja de ruta en la que la moda está mirando hacia la estética conservadora con el auge del look burgués a la cabeza (cortesía, entre otros, de Celine), las juventudes privilegiadas también se están haciendo un hueco como máximos referentes estilísticos. Los Sloane Rangers fueron una de las generaciones más conocidas, pero al mismo tiempo se estaba dando en Milán una suerte de tribu (por llamarlo de alguna manera) que nos interesa mucho más frente a las plumas.

Los paninari italianos se obsesionaron por la cultura fast-food e hicieron de los vaqueros Levi's y de los castellanos parte de su uniforme. Un uniforme en el que no podían faltar, en herencia de sus vacaciones en la nieve, los plumíferos de Moncler, en vivos colores, con los que llegó a obsesionarse en su juventud Remo Ruffini, CEO actual de la empresa.